La Santa Sede se ha referido al “Camino sinodal” alemán con una declaración publicada a primera hora de la tarde del jueves 21 de julio. En ella advierte que el proceso podría suponer “una amenaza a la unidad de la Iglesia”.

Luego de las primeras resoluciones del Camino sinodal diversas reacciones han surgido a lo largo del mundo. La más llamativa de estas, hasta el momento, había sido la “Carta abierta y fraternal a nuestros hermanos obispos de Alemania” dada a conocer el lunes 11 de abril, y que lleva la firma de cuatro cardenales y casi 70 obispos de diferentes diócesis del mundo. La carta deja de manifiesto la preocupación por un posible cisma en la Iglesia producto del Sínodo alemán. En la carta se expresa en qué medida los procesos llevados a cabo por el Camino Sinodal en Alemania están repercutiendo en la Iglesia en todo el mundo y se reprocha la falta de consideración de la unidad, la experiencia y la sabiduría acumulada del Evangelio y de la Iglesia.

Mons. Georg Bätzing, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, respondió a la carta el 14 de abril, dirigiéndose al Arzobispo de Denver (Estados Unidos), Mons. Samuel Aquila. En ella se refirió a que el Camino Sinodal es “también nuestro intento de hacer posible nuevamente una proclamación creíble de la Buena Nueva”, dadas las consecuencias provocadas por los abusos en la Iglesia, asunto que, reprocha, fue omitido por la carta de los obispos del 11 de abril. Debe haber consecuencias del escándalo de los abusos para las “estructuras” de la Iglesia, afirmó Mons. Bätzing. Y señaló que “Puedo asegurarles con el corazón abierto: estos temores con respecto al camino sinodal de la Iglesia católica en Alemania no son correctos. Entonces, el camino sinodal de ninguna manera socava la autoridad de la Iglesia, incluida la del Papa Francisco, como escribes”. Negó que el camino sinodal está guiado por “el análisis sociológico y las ideologías políticas contemporáneas, incluido el género”, afirmando que está guiado más bien por la Escritura, la Tradición, el Magisterio, la teología, el sentido de los fieles y “los signos de los tiempos interpretados a la luz del Evangelio”.

El camino sinodal de Alemania ha recibido otras críticas individuales y más detalladas, como por ejemplo la “Carta abierta a los obispos católicos del mundo” del arzobispo Samuel Aquila.

En el último tiempo el Papa no se había referido al Sínodo, pero cabe recordar su Carta al Pueblo de Dios que peregrina en Alemania, fechada en junio de 2019, donde hizo especial hincapié en la unidad de la Iglesia y la importancia del Sensus Ecclesiae.

Sin embargo, en una entrevista del 14 de junio pasado a medios de comunicación jesuita, el Santo Padre recordó sus palabras al presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, monseñor Bätzing: “le dije: 'Hay ya una muy buena Iglesia evangélica en Alemania. No necesitamos dos'” además de señalar que le preocupa que esa discusión sinodal se limite a “élites intelectuales y teológicas”, y quede “influenciada por las presiones externas”.

Con este comunicado, el Vaticano por primera vez reconoce abiertamente sus preocupaciones. A continuación, el comunicado completo publicado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:

“Para proteger la libertad del Pueblo de Dios y el ejercicio del ministerio episcopal, parece necesario dejar claro que el ‘Camino Sinodal’ en Alemania no tiene el poder de obligar a los obispos y a los fieles a adoptar nuevas formas de gobierno y nuevos enfoques de la doctrina y la moral. 

No sería lícito iniciar nuevas estructuras o doctrinas oficiales en las diócesis, antes de un entendimiento acordado a nivel de la Iglesia universal, lo que representaría una herida a la comunión eclesial y una amenaza a la unidad de la Iglesia.

Como recordaba el Santo Padre en su carta al Pueblo de Dios en su camino a Alemania: ‘La Iglesia universal vive en y de las Iglesias particulares, así como las Iglesias particulares viven y florecen en y de la Iglesia universal, y si se separan de todo el cuerpo eclesial, se debilitan, se pudren y mueren. De ahí la necesidad de mantener siempre viva y eficaz la comunión con todo el cuerpo de la Iglesia’.

Se espera, por tanto, que las propuestas del Camino de las Iglesias particulares en Alemania se fundan en el camino sinodal que sigue la Iglesia universal, para un enriquecimiento mutuo y un testimonio de esa unidad con la que el cuerpo de la Iglesia manifiesta su fidelidad a Cristo Señor”.

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