El evento se realizó en la Pontificia Universidad Católica de Chile y contó con la presencia de 300 asistentes, provenientes de cien organizaciones de la sociedad civil comprometidas en el desarrollo del diálogo y el encuentro en Chile.
Personas dialogando, intercambiando números de teléfono, compartiendo ideas sobre las respectivas fundaciones y organizaciones donde trabajan o sirven como voluntarios. Agentes sociales tejiendo redes, buscando unir esfuerzos… Así fue el ambiente que se vivió en el VI Congreso Social organizado por la dirección de Pastoral y Cultura Cristiana de la Pontificia Universidad Católica de Chile y que se llevó a cabo en el Centro de Extensión de esta casa de estudios el pasado 22 de noviembre.
Después de cuatro años, el Congreso Social UC volvió a la presencialidad con una conferencia, tres paneles y dos momentos de mesas de diálogos sobre diversas temáticas, lo que permitió un reencuentro entre agentes sociales, quienes pudieron sentarse a conversar sobre estos temas, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia. 300 personas participaron de este evento que además contó con una transmisión vía streaming la cual alcanzó más de 660 visualizaciones.
Las palabras de apertura estuvieron a cargo del rector de la UC, Ignacio Sánchez: “Nuestro rol público como universidad se ha manifestado en la capacidad de nuestra institución para promover y fortalecer el diálogo en nuestro país. En esta sexta versión queremos responder a la invitación del Papa Francisco cuando visitó Chile y nos pidió dialogar para la unidad”.
“Nuestro rol público como universidad se ha manifestado en la capacidad de nuestra institución para promover y fortalecer el diálogo en nuestro país. En esta sexta versión queremos responder a la invitación del Papa Francisco cuando visitó Chile y nos pidió dialogar para la unidad”, rector Ignacio Sánchez.
Encontrarnos en el diálogo
Alfredo Zamudio, director de Misión en Chile Centro Nansen para la Paz y el Diálogo, fue el encargado de dar la conferencia inaugural: “El tema de hoy es la unidad y yo lo quisiera expandir a cómo construir un futuro compartido, donde no necesariamente haya unidad, pero sí se pueda compartir dentro de la diversidad”, indicó Zamudio.
El expositor explicó que dialogar es una forma de comunicación que ofrece el tiempo y el espacio para que las personas puedan mostrar la complejidad de sus respectivas realidades: “¿Se dan cuenta de que es un poco diferente a lo que uno cree? ¿A lo que uno ve en el lenguaje político o en la prensa? Aquí no dice acuerdo, aquí no dice consenso, aquí no dice negociación, aquí no dice similitudes. Dice que las personas pueden mostrar la complejidad de sus respectivas realidades”.
Zamudio puso énfasis en que hay dos herramientas muy útiles en la democracia: el debate y el diálogo. “Las dos son muy legítimas. El debate tiene un objetivo que es ganar. Uno quiere ganar un argumento, por eso trata de convencer al otro, se opone, busca el argumento débil del oponente. Es una especie de juez moral que le dice ‘yo sé mejor que tú’, incluso hace sentir un poco inseguro a la otra persona”. Mientras que el diálogo, “trata de buscar la forma de explicar y que el otro explique. Busca la forma de escuchar y de que el otro me escuche. Busca la fortaleza del oponente. Requiere de autodisciplina. También requiere de la tolerancia y de la resiliencia a escuchar cosas que pueden ser bastante incómodas (...) Para lograr el diálogo en el país, es necesario estar dispuestos a encontrarnos aceptando las realidades diferentes”.
Después de cuatro años, el Congreso Social UC volvió a la presencialidad con una conferencia, tres paneles y dos momentos de mesas de diálogos sobre diversas temáticas, lo que permitió un reencuentro entre agentes sociales, quienes pudieron sentarse a conversar sobre estos temas, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia.
©Fotos UC, César Cortés y Karina Fuenzalida
Artesanos de la paz
Gustavo Toro, alcalde de la comuna de San Ramón y uno de los ponentes del panel “Artesanía para la paz”, indicó que la mejor forma de llevar la paz a su comuna es hacerlo
de forma muy inclusiva, donde todos nos sintamos llamados, donde este lanzamiento hacia el mar, como lo señalaba Simón Pedro, sea real, que esta transformación sea permanente, del día a día, y que siempre nos estemos cuestionando en qué nos queremos gastar la vida. Creo que ese mensaje de ‘gastarnos la vida’ tiene que ser en pro del otro, de transformar esta sociedad y de decir que Chile lo construimos todos y no solamente algunos.
Por su parte, Magdalena Simonetti, directora ejecutiva del proyecto Juntos por la Infancia, destacó la frase del Papa Francisco “No habrá paz sin justicia” y agregó que
No habrá paz sin justicia y sin dignidad, lo que significa que las personas también se sientan vistas, escuchadas y tratadas como iguales en su humanidad. (...) La dignidad tiene que ver con el trato, finalmente es ponerse en un espacio de disposición para poder escuchar genuinamente al otro; escuchar significa silenciar mi mente, mis propias ideas, detenerme para abrirme a ese espacio de encuentro con un niño, con una niña, con un adolescente, que por su historia de vida, y la vulneración que sufrió, lo hace estar en ese lugar.
El cardenal Celestino Aós, arzobispo de Santiago y Gran Canciller de la UC, participó del evento y presidió una Eucaristía en la que señaló que “entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta, siempre hay algo posible: el diálogo”. Más adelante puso como ejemplo a dos grandes santos: “San Francisco de Asís caminó cerca de los pobres, de los abandonados, de los enfermos. San Alberto rezó horas ante el santísimo y mantuvo su identidad para servir a los pobres y los marginados”.
Reconocer y compartir
La jornada de la tarde contó con dos paneles. El primero, denominado “Reconocimiento de un nosotros”. Una de las invitadas fue Izani Bruch, capellana protestante del Palacio de La Moneda: “Uno de los desafíos que me llevo es que nosotros, como mundo religioso, busquemos siempre ser puente y buscar la unidad desde las cosas comunes que tenemos y no desde lo que nos divide. También dejando nuestras verdades de lado para encontrarnos con las verdades de los otros y otras”, dijo al terminar este diálogo.
El último panel fue “Hacia un proyecto humano compartido”. En este, Paulina Saball, directora de la fundación Mi Parque, participó como ponente. En los años 90, ella fue parte del equipo del gobierno de Patricio Aylwin, por lo que aprovechó para compartir lo que fueron esos años de transición para el país:
Tengo la sensación de que a pesar de la fragilidad que en ese momento existía en el sistema político, el temor que todos teníamos de volver a reeditar lo que no queríamos, hubo una especial preocupación por recomponer la institucionalidad. Se fue generando un clima donde, si bien, el desafío por la superación de la pobreza era un tema relevante, la participación y el restablecer la confianza entre los chilenos era un desafío que yo creo que nos llegaba a todos.
La directora de la fundación Mi Parque reconoció que en este proceso de modernización se cometieron algunos errores, ya que “introdujimos conceptos que hoy día nos pesan; por ejemplo, empezar a hablar de usuarios como si las personas se relacionaran con el Estado no como ciudadanos”. Dijo que también ha habido ausencias o carencias en las políticas públicas “que no han cuidado lo suficiente el tema del acceso a los servicios o a los bienes”. Como aspectos positivos Saball destacó “todo lo que se ha hecho en los diálogos constitucionales en los cabildos”.
Al finalizar el evento, Benjamín Cruz, director de la Pastoral UC, dijo que una de las tareas de la Universidad es generar eventos como este. “Tenemos que estar con un oído puesto en cuáles son los temas, las problemáticas, las inquietudes de los ciudadanos y como Universidad tenemos que dar respuesta, y qué mejor que hacerlo desde el diálogo en la academia y con esta colaboración”.
Por su parte, el padre Jorge Merino, Capellán Mayor de la UC indicó que
la Iglesia tiene la gran ventaja de tener mucha presencia a través de las parroquias, de capillas, de las religiosas, diáconos, sacerdotes, de los agentes pastorales… y esa presencia ayuda a captar, a poder comprender, a poder ser sensible a los problemas reales y sociales que tiene la gente, y como tiene esa visión a la Iglesia le es más fácil ―de alguna manera― poder abordar estos problemas junto con la gente. Espero que después de este Congreso podamos facilitar el diálogo con otros y así también poder fomentar la unidad tan necesaria para nuestras familias, comunidades, para nuestra sociedad y nuestro país.
Al finalizar el encuentro, el Capellán Mayor de la UC bendijo las reflexiones de cada grupo de trabajo, las que serán transcritas y agrupadas en un documento que saldrá en forma de libro digital.
Participantes opinan
Sindy Arzani
Fundación Red Mamás Mentoras
“El congreso fue una tremenda oportunidad de poder encontrarnos con otras instituciones, para sentarnos a dialogar y construir juntos una mirada de futuro. Me llamó la atención la cantidad de personas que había, de organizaciones. Pudimos conocernos, establecer redes, vincularnos. Fue muy dinámico además y muy intergeneracional. Lo que me llevo para nuestra organización es abrir espacios de diálogo entre organizaciones de la maternidad, sentarnos a buscar puntos en común para construir”.
Juan Pablo Labra
Abogado, profesor de Filosofía del Instituto Politécnico San Miguel Arcángel
“El hecho de que la Iglesia Católica haya estado presente, así como la protestante y la Universidad dentro de una sociedad, saliendo de un proceso constituyente, entrando en un cisma político, ha sido muy potente, es una señal muy poderosa el hecho de que casas de estudio hagan un evento como este en una sexta oportunidad. Me ayuda mucho como profesor, porque enseño, en el segmento tercero y cuarto medio, a alumnas post pandemia que vienen con un retraso en las asignaturas. Es interesante porque ellas pueden pensar en el país que quieren y me da herramientas para motivarlas a dialogar”.
Francisco Quilodrán
Profesor jefe del Programa de Español UC, Facultad de Letras UC.
“Junto con una colega, Gloria Toledo, pudimos presentar en una de las mesas de diálogo sobre los inmigrantes, el proyecto Fondecyt en el que yo participé. Es una investigación que busca integrar inmigrantes de habla creole y otras lenguas y nacionalidades, como afganos y ucranianos. Buscamos que logren defenderse con el español. Vimos cómo, por ejemplo, la Vicaría Social está uniendo lo que es la enseñanza de los migrantes con el tema laboral. Fue un espacio de crear redes para no volver a hacer la rueda sino para nutrimos, compartir y crecer”.
María Paz Vega
Directora ejecutiva, Fundación Padre Hurtado
“Creo que de este congreso van a salir grandes frutos y lo necesitamos como país. Me ha llamado la atención la disposición de la gente. En otros congresos, antes de la pandemia, era más de la técnica, la metodología. Hoy siento que fue un lenguaje más cercano y esto nos muestra hacia dónde tenemos que crear las acciones para que no esté cada uno en su cápsula. Me voy muy desafiada y con hartas vinculaciones. Cuando uno escucha se interpela”.
Para más información, visita www.congresosocial.cl.