La curiositas, la pasión desordenada por el juego, y el desenfreno, no sólo destruyen la armonía personal, sino que desnaturalizan las actividades a las que se refieren. Al proteger al hombre, la templanza resguarda también todo lo que el hombre hace: el juego, el amor, el gobierno o el estudio.

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Nadie imaginó ese 24 de febrero de 2022 que tres años después la guerra seguiría y la crisis se extendería por tanto tiempo. Han sido 1.095 días de incertidumbre y 1.095 noches de terror en que no se sabe si amanecerás vivo o algún familiar te llamará para darte una mala noticia. Aun así, el país sigue en pie y todos trabajan para tratar de sacar sus vidas adelante.
Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2025.
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