Una cultura ancestral y un capital humano esperanzador, como el vuestro, tiene que ser la fuente de estímulo para que encontremos nuevas formas de diálogo, de negociación, de puentes capaces de guiarnos por la senda del compromiso solidario. Un compromiso en el que todos, comenzando por los que nos llamamos cristianos, nos entreguemos a la construcción de «una política auténticamente humana» (Gaudium et spes, 73) y una sociedad en la que nadie se sienta víctima de la cultura del descarte.

A los dirigentes de la vida social, cultural y política, les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino, en su familia y en todos los círculos en los que se desarrolla la sociabilidad humana, ayudándoles a un acceso efectivo a los bienes materiales y espirituales indispensables: vivienda adecuada, trabajo digno, alimento, justicia real, seguridad efectiva, un ambiente sano y de paz.

Últimas Publicaciones

Nadie imaginó ese 24 de febrero de 2022 que tres años después la guerra seguiría y la crisis se extendería por tanto tiempo. Han sido 1.095 días de incertidumbre y 1.095 noches de terror en que no se sabe si amanecerás vivo o algún familiar te llamará para darte una mala noticia. Aun así, el país sigue en pie y todos trabajan para tratar de sacar sus vidas adelante.
Mensaje del Santo Padre Francisco para la Cuaresma 2025.
Revistas
Cuadernos
Reseñas
Suscripción
Palabra del Papa
Diario Financiero