Hace casi cinco años fueron alrededor de diez mil los peregrinos chilenos que conformaron la delegación que viajó a Río de Janeiro a la primera Jornada Mundial de la Juventud presidida por el Papa Francisco, encuentro donde acuñó la consigna “hagan lío” [1] y llamó la atención sobre todas las realidades en que los jóvenes deben involucrarse y así ser “protagonistas de la historia” [2]. Desde esa primera experiencia, su estilo cercano y su mensaje directo y desafiante han sido la tónica de cada ocasión de intercambio que ha tenido con jóvenes.
Este año, se estima que cuarenta y cinco mil asistentes esperaron bajo el sol el nuevo mensaje, el renovado impulso que prometía la visita de Su Santidad. El encuentro está lleno de simbolismo y de guiños locales. ¿Por qué escoger un lugar como Maipú para hablarles a los jóvenes? La respuesta la da al comienzo del discurso, al hacer énfasis en el amor a la patria: la patria es el lugar de la historia común, el hogar que nos antecedió, es la cultura que se habita y es comunidad. Sin embargo, llama la atención que, a diferencia de lo ocurrido en Paraguay 2015, México 2016 y Colombia 2017, por poner algunos ejemplos, el énfasis del mensaje no está puesto en las formas de reconstruir, sanar, perdonar o sobrellevar la realidad país, sino en el cultivo de una relación personal y profunda con Cristo, para, desde la conquista vital de la “contraseña”, renovar la propia fe y reeditar el llamado hecho en Brasil. Pareciera ser que el diagnóstico que hace el Papa de la juventud chilena en particular, destaca el mal colectivo del individualismo, de la superficialidad y la alienación; ciertamente no es casual que refiera tanto a los teléfonos y a la conexión como una necesidad. Sin duda que la consigna de “¿qué haría Cristo en mi lugar?” refiere al otro, pero lo que se lee en sus analogías es la interpelación a cultivar la espiritualidad y reencantarse con lo esencial de la fe, y así nazca desde ahí la acción que transforma el entorno.
Notas
[1] Encuentro con los peregrinos argentinos en la Catedral de Río de Janeiro, 25 de julio de 2013.
[2] Vigilia en Copacabana, 27 de julio de 2013.
SOFÍA BRAHM / VALENTINA JENSEN