Resumen de las actividades, homilías y discursos del Papa en la Jornada Mundial de la Juventud Panamá 2019.
Ha concluido la Jornada Mundial de la Juventud 2019. Después de una nutrida agenda entre el 23 y 28 de enero, el Papa Francisco se despide de Panamá. Como ya es costumbre, los días de Jornada fueron días de fiesta, de celebración y de esperanza, así como también de oración, conversión y encuentro. El lema de la JMJ 2019 fue “Hágase en mí según tu palabra”. En ese sentido, en sus discursos y homilías el Papa hizo hincapié en el “sí” de María a la misión que le encomendó Dios.
Todos estos días de forma especial ha susurrado como música de fondo el ‘hágase’ de María. Ella no solo creyó en Dios y en sus promesas como algo posible, le creyó a Dios y se animó a decir ‘sí’ para participar en este ahora del Señor. Sintió que tenía una misión, se enamoró y eso lo decidió todo. Ustedes sientan que tienen una misión, se dejen enamorar y el Señor decidirá todo.
Las principales instalaciones para los peregrinos fueron cuatro:
- El Parque del Perdón “Renuevame”, donde los peregrinos hicieron largas colas para participar del sacramento de la Reconciliación --para ello se habilitaron un total de 203 confesionarios y hubo cientos de sacerdotes colaborando constantemente.
- La Feria Vocacional “Sígueme”, un espacio compuesto por 115 stands de Conferencias Episcopales, comunidades de vida consagrada, congregaciones, movimientos laicales, movimientos familiares, y en el exterior, carpas donde se puede recibir orientación vocacional.
- El Parque Temático “Cristonautas”, un espacio interactivo que contó con salas donde se propusieron reflexiones del Evangelio con tecnología de realidad aumentada, realidad virtual, pantallas holográficas, reconocimiento de imágenes y videos 360°, entre otros.
- Y, finalmente, la Capilla “Encuéntrame”, donde los peregrinos tuvieron la oportunidad de visitar y rezar ante la primera imagen peregrina de la Virgen de Fátima y el Santísimo Sacramento. Durante las mañanas se realizaron catequesis en las parroquias y centros de acogida y, en las tardes, se celebró el Festival de la Juventud “Alégrate”, con exposiciones, conversatorios, bailes y torneos.
Palabra del Papa
Siguiendo con su estilo, Francisco no se limitó a asistir a las actividades de la Jornada y reunirse con autoridades civiles y eclesiásticas, también quiso visitar, acompañar y dar gestos de esperanza a los marginados de la sociedad. En el tercer día quiso llevar la celebración de la JMJ a los jóvenes privados de la libertad, que fueron también peregrinos y a quienes animó a pelear por su reinserción. Estos cerca de 120 jóvenes llevaban semanas preparando sus cantos y sus regalos y recibieron, entre rejas, sus mochilas de peregrinos. Cinco de ellos pudieron confesarse con el Papa. "Gracias por confirmarles que Dios los ama, y que un futuro sin violencia ni transgresión es posible. Gracias por hacernos saber que todos somos iguales, y que para recorrer el camino del bien, que es el de Jesús, usted nos acompaña", dijo Emma Alba Tejada, directora del Instituto de Estudios Interdisciplinarios en las cárceles de menores. Asimismo, el domingo, luego de la misa de clausura, el Santo Padre visitó la Fundación Casa Hogar El Buen Samaritano que acoge a personas con VIH y sida. En su discurso, el Papa exhortó a los fieles a no ser indiferentes con el prójimo, especialmente cuando tiene alguna necesidad. Todos ellos también son el ahora de la Iglesia.
Algunos de los mensajes que más resuenan fue aquel que les dio a los obispos centroamericanos el 24 de enero, donde les explicó que la JMJ Panamá 2019 es una “oportunidad única” para salir al encuentro de los jóvenes y recibir de ellos verdaderas enseñanzas para sus vidas y ministerio.
Los jóvenes son uno de los ‘lugares teológicos’ en los que el Señor nos da a conocer algunas de sus expectativas y desafíos para construir el mañana. Con ellos podremos visualizar cómo hacer más visible y creíble el Evangelio en el mundo que nos toca vivir; ellos son como un termómetro para saber dónde estamos como comunidad y sociedad.
A todos ellos les pidió trabajar para el rescate de “jóvenes sin hogar, sin familia, sin comunidad, sin pertenencia” que “quedan a la intemperie del primer estafador”. “Ellos son rostro de Cristo para nosotros y a Cristo no podemos llegar de arriba a abajo, sino de abajo a arriba”, concluyó el Papa.
En su homilía en la Misa final el Papa pidió a los jóvenes que se dejen enamorar por el Señor y que peleen por su espacio hoy, porque "¡Ustedes son el “ahora” de Dios!".