El interesante y extenso libro* de los antropólogos Rafael Contreras Mühlenbrock y Daniel González Hernández aborda desde una perspectiva multidisciplinaria el origen, desarrollo y actualidad de los “bailes chinos”, presentes en la devoción católica popular de la zona norte y centro de nuestro país. La investigación tiene ocasión en un momento muy relevante del rescate del patrimonio cultural nacional.
Desde el año 2008, Chile es parte de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, instancia que busca proteger el “patrimonio cultural inmaterial” de las naciones, el que no se remite a monumentos o colecciones de objetos, sino que está compuesto por expresiones vivas de la cultura, como “tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional”. Tras incorporar a los bailes chinos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el libro de González y Contreras es la primera investigación que busca poner en valor el desarrollo de una tradición religiosa que cuenta con varios siglos de historia.
El equipo de investigación estuvo integrado, además de los antropólogos Contreras y González, por Sergio Peña Álvarez, profesor y magíster en Historia y Gestión del Patrimonio Cultural; Danilo Petrovich Jorquera, antropólogo; Agustín Ruiz Zamora, profesor y magíster en Artes; y Manuel Morales Requena, fotógrafo. Esta conformación multidisciplinaria permitió que la comprensión de los bailes chinos como un fenómeno histórico, religioso, social y cultural, fuese abordado desde ópticas diversas como la historia, la música, la etnografía, la memoria o la antropología. Junto a ello, la publicación cuenta con gran cantidad de imágenes y documentos que ilustran el pasado y la actualidad de esta tradición.
El libro cuenta con veintidós capítulos organizados en tres partes, en los que se recogen las primeras manifestaciones de los bailes chinos en el siglo XVI y la mantención y expresión de sus tradiciones a lo largo de los años, con sus cambios y continuidades, hasta la actualidad. Esta división del libro permite indagar en el origen de los bailes chinos en Andacollo, pueblo que por siglos se ha erigido como el núcleo religioso y cultural de estas cofradías de músicos danzantes. Se afirma que en las asociaciones andacollinas se encuentra aquella “expresividad ritual y festiva única en el mundo que se desarrolla y consolida como la tradición que conocemos hacia fines del siglo XVII y comienzos del XVIII”. Además, es posible comprender la organización de las cofradías de bailes chinos así como las festividades religiosas en que se expresan estas danzas. La elección de estos bailes como parte del “patrimonio cultural inmaterial” está más que justificada, en cuanto su desarrollo otorga identidad a las expresiones de religiosidad popular nortina y también al mundo popular del Norte Chico y de la zona central del país. En esta forma de religiosidad se asientan rasgos fundamentales de la identidad popular del Norte Chico, fundiéndose en ella elementos como la herencia indígena y mestiza, las actividades económicas y formas de sociabilidad familiar y comunitaria específicas.
Se trata de una tradición popular ancestral que hunde sus raíces en el Chile indiano y se proyecta hasta la actualidad. Los autores han buscado indagar en la mantención de sus tradiciones a través de los siglos en su contacto con la modernidad, intentando examinar “desde adentro” la organización de los bailes chinos, el sentido que le otorgan las comunidades que participan en los bailes, su estructura, las características de su expresión en las distintas zonas del país. La veneración de la Virgen María ocupa un lugar central en la devoción popular, acudiendo a ella para agradecer o pedir favores, solicitar protección, realizar mandas, ofrendas o alguna mortificación por alguna causa puntual.
Junto con comentar los orígenes y desarrollo de los bailes, se hace un seguimiento a distintas organizaciones de bailes chinos en La Higuera, La Serena, Ovalle, Monte Patria, Coquimbo, La Ligua. Combinando observación, levantamiento de testimonios, archivos, imágenes, documentos históricos y fuentes secundarias, los investigadores examinaron fiestas marianas como la Virgen del Rosario de Andacollo, la Virgen de la Candelaria de Copiapó, la Virgen de la Piedra de Cogotí, la Virgen del Palo Colorado de Quilimarí y la Virgen del Carmen de Cabildo. A estas, se suman otras, como la fiesta de San Pedro en Coquimbo, de San Isidro en La Serena, del Niño Dios en Sotaquí, de la Santa Cruz de Mayo de Illapel y del Señor de la Tierra de Chalinga.
Cabe destacar que el libro cuenta con apéndices y anexos documentales de gran valor patrimonial: se enumeran 36 fiestas a la Virgen del Rosario de Andacollo en las regiones de Atacama, Coquimbo, Valparaíso y se ofrece un listado con 88 cofradías de bailes chinos actualmente vigentes.
El libro cuenta, además, con una presentación de Claudia Barattini Contreras, Ministra Presidenta del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, y con un prólogo de Agustín Ruiz Zamora, editor científico del Departamento de Patrimonio Cultural del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
* Rafael Contreras Mühlenbrock y Daniel González Hernández, Será hasta la vuelta de año. Bailes chinos, festividades y religiosidad popular en el Norte Chico, Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile, Santiago, 2014, 873 p.