Varios autores
Universidad Santo Tomás
Santiago, 2019
264 págs.
El libro Católicos y Vida Pública. Sembrando para el futuro nace en el seno de una institución educativa que, desde hace más de 40 años, ha puesto a la persona y su proceso formativo integral en el centro de su quehacer y de su sentido. Esta centralidad toma el sello especial de su nombre: Santo Tomás de Aquino, patrono de los Estudios Católicos y maestro insigne en la búsqueda armónica de la verdad desde la fe y desde la razón.
Desde la vocación genuinamente universitaria de apertura a la verdad, la Universidad Santo Tomás acogió una semilla que dio frutos abundantes en los Congresos de Católicos y Vida Pública a lo largo de hasta ahora 15 años. En ellos se enlazan la fe y la razón, viviendo y celebrando la fe, y se abren para entablar un precioso diálogo con al mundo: sin salir de él, sino más bien desde dentro, invitando a sus protagonistas a nuestro foro para acercarnos a la verdad y entusiasmarse por llevarla a la práctica en obras concretas. Se logra un diálogo real y actual entre la educación y el mundo, entre la fe y lo profesional, desde el compromiso en la vida pública, social, de comunidad, en el que contamos con maestros, no solo en las ciencias, sino en la vida, que comparten con sencillez algo de esa riqueza que han experimentado. Acoge así la invitación del Papa Francisco al mundo académico en la Universidad Católica, al pedir “hacer de la Universidad un espacio privilegiado «para practicar la gramática del diálogo que forma encuentro». Ya que «la verdadera sabiduría, [es] producto de la reflexión, del diálogo y del encuentro generoso entre las personas» (Laudato si, 47)” (Discurso en la UC, 17 enero 2018), a lo que alude el saludo inicial del entonces rector Jaime Vatter.
Estas vivencias y encuentros, como lo realmente nuclear de los Congresos, han sido recogidas aquí. Sin embargo, es mucho más que eso, como se explicita en la introducción de Aníbal Vial y Esther Gómez. En efecto, no es un mero recuento histórico de la serie de temáticas, versiones –23–, invitados –400 nacionales y extranjeros– y personas que han participado en ellos –más de ocho mil. Aunque también lo sea, al dar relevancia a la línea histórica del segundo capítulo facilitando la identificación de cada año, su temática, las versiones realizadas del Congreso y los invitados participantes, procedentes de buena parte del mundo, desde Roma, España o Argentina hasta El Congo.
Sin negar su importancia a todo lo previamente aludido, lo central del libro es que contiene la recopilación de los testimonios aún vivos de sus promotores y creadores, incluidos algunos de los pioneros que lo impulsaron y exportaron desde España a Chile, así como de los que lo acogieron en Santiago e hicieron puente intercontinental para su puesta en marcha, y junto a ellos, el de varios participantes que lo han vivido desde dentro y con su experiencia de vida. Algunos de ellos, por cierto, con sabor a eternidad, pues han pasado a la casa del Padre: como el entonces presidente de la Asociación Católica de Propagandistas y de la Fundación San Pablo CEU, Rafael Coronel de Palma; el famoso portavoz de la Santa Sede que acompañó a san Juan Pablo II, Joaquín Navarro–Valls; o el profesor Cassale que habló en una de la versiones sobre el desafío del cine para los valores católicos. Y son esos testimonios los que, al revisar el índice dan cuerpo a la reflexión sobre el Congreso y en el primer capítulo presentan ante el lector sus características esenciales: su gestación, expansión, espíritu y principales hitos. A todo lo anterior, se suman los testimonios que cierran el libro en el último capítulo recopilando las experiencias vividas y dejando un sabor de enriquecedoras experiencias y desafíos, a los lectores y a cuantos sigan participando y promoviendo el espíritu de los Congresos.
Una última palabra acerca de las imágenes. La portada presenta una mano esparciendo semillas que caen. La fecundidad de la siembra realizada durante estos años habla alto, junto al subtítulo “Sembrando para el futuro” y a otros dibujos del interior, de la misión evangelizadora de estos Congresos, que no es otra que la vocación misionera propia de todo bautizado. Otras imágenes, unas estratégicamente repartidas y otras recopiladas por cada año, le dan un tono dinámico que refuerza la idea de siembra, fecundidad y desafío.
Esta obra lleva 15 años sembrando y seguirá adelante, no solo con futuras versiones del Congreso sino sobre todo promoviendo un compromiso real del católico en la vida pública, sea en el ámbito que sea, contando con una fuerte vivencia de la fe, instancias de formación y la valentía de saberse apoyado por la promesa de Cristo: “Estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”.