Educación católica en Latinoamérica: un proyecto en marcha
Ediciones UC
288 págs.
Santiago, 2019.
Este libro busca ser un referente para todos aquellos que comparten la preocupación por entender un sistema, un tipo de instituciones educativas y un tipo de proyecto educativo que se alinea con la misión de la Iglesia.
Pensar el binomio educación católica lleva a la pregunta por la pertinencia de una educación que se adjetiviza con lo católico en la sociedad actual, donde la expresión religiosa adquiere un rostro cada vez más individual y subjetivo. Tanto en el espacio público como en el privado, ya sea en el secular o en el religioso, pensar la educación católica conlleva una pregunta mayor: aquella por lo relevante o no de lo religioso en el espacio público, ámbito donde la educación es una manifestación más.
Hoy cualquier trabajo en educación aparece cada vez más arduo, por las condiciones, muchas veces precarias para una gran mayoría, y también por los contextos de cambio permanentes e incrementales. En el caso de la educación católica, a esas dificultades se suma la de convivir en una cultura altamente secularizada, que tensiona el quehacer de las instituciones en a lo menos dos vertientes. Por una parte, el agnosticismo, cuya génesis es el reduccionismo del intelecto a la razón funcional y práctica, que tiende a suprimir el sentido religioso tan propio del ser humano. Por otra parte, la relativización y destrucción de los vínculos trascendentes, cuya consecuencia fragiliza a las personas en sus relaciones recíprocas. Bien vale entonces la pregunta por cómo la educación católica ejerce un espacio importante de influencia en nuestra sociedad bajo un contexto que, si bien no es nuevo, resulta claro que llegó para quedarse.
Dedicar un libro a la educación católica permite aproximarnos de manera actualizada a los grandes desafíos que esta encuentra. Con este libro queremos aportar a la reflexión general sobre tres desafíos: la calidad y excelencia, la dimensión antropológica, en concreto la pregunta por la mujer y el hombre a formar y, finalmente, el diálogo fe y cultura. Identificamos que estas tres temáticas son enclaves de lectura que la educación católica debe cruzar y resolver satisfactoriamente para gestar procesos educativos que respondan a las necesidades del tiempo actual; y si bien no se trabajan de manera explícita en el libro, estos ejes son transversales a cada una de sus contribuciones.
Todos estos desafíos se asocian al gran reto transversal de la identidad. La identidad lleva a toda institución de educación, incluyendo a aquellas de corte confesional, a preguntarse por la forma en que puede diferenciarse de sus pares, pero al mismo tiempo a identificar elementos comunes que le permitan sentirse parte de un conglomerado de instituciones que están al servicio de la formación de las futuras generaciones. En dicha tensión la educación católica puede enrielarse en dos sendas igualmente peligrosas: ceder y mimetizarse, perdiendo identidad, o, en el otro extremo, encapsularse y transformarse en un gueto, justificándose en la exclusión como medio de diferenciación. Ambas salidas opacan la belleza y oportunidad de la educación católica en una sociedad plural que requiere de diversas ofertas formativas.
La reflexión que este libro invita al lector a hacer no es en el vacío, sino de manera muy concreta en un contexto temporal y regional claro. Si bien existe literatura abundante sobre educación católica a nivel global, ese no es el caso de la educación católica en América Latina. La carencia de una reflexión latinoamericana sobre educación católica en la región es grande.
La emergencia educativa declarada por Benedicto XVI el año 2008 ha sido asumida de manera especial por parte de obispos de América Latina y el Caribe, quienes conciben con claridad la necesidad de priorizar la educación porque ella se encuentra en crisis o en estado de emergencia (XXIII Congreso Interamericano de Educación Católica en Panamá, 2013). Este libro busca contribuir a abordar tal emergencia.
Este libro busca no solo aportar a una reflexión, sino también hacer conciencia de la necesidad de avanzar una agenda en el tema de la educación. Por ello se priorizó el que sus autores fueran latinoamericanas y latinoamericanos. Así, este libro busca ser un primer esfuerzo más sistemático por levantar voces de la región en cuanto a la investigación en educación católica, las que en su mayoría son resultado de un trabajo interdisciplinario y mancomunado.
El libro está ordenado en cinco partes, que aportan cinco miradas sobre lo que la educación católica en la región es y hace. En cada una de ellas hay capítulos que relevan el aporte que la educación católica hace a la sociedad y a la Iglesia, en el plano de los desafíos señalados en la primera sección de esta introducción. Desde el punto de vista de las regulaciones y reformas, la identidad de la escuela y la educación católica, lo que ocurre al interior de las salas de clases, el contexto en el cual se emplaza y lo que produce en la persona, este libro busca poner en diálogo a la escuela católica con la sociedad, la Iglesia y los sistemas educativos.