Jaime Antúnez Aldunate
El comienzo de la historia
Editorial Patris, Universidad Gabriela Mistral Santiago de Chile, 1992
246 págs.
Con el subtítulo “Impresiones y reflexiones sobre Rusia y Europa Central” recoge el autor en este libro tanto crónicas periodísticas como ensayos reflexivos. Los textos muestran y analizan lo que significó el proceso histórico de disolución de la Unión Soviética, sus antecedentes mediatos e inmediatos, sus repercusiones en los países de la Europa oriental y las experiencias derivadas del trato directo con personas e instituciones. Es la amalgama de estilos y perspectivas lo que dota a este volumen de una actualidad que persiste treinta años después de su edición original. Junto a instantáneas que cabe calificar de periodísticas, hay entrevistas a personas relevantes y reflexiones profundas sobre sentido y fin de los procesos históricos.
Cabe discernir ethos, pathos y logos. El carácter de su autor se refleja en cada página. Su mirada crítica y comprensiva derivada de su trato permanente con realidades espirituales, su larga experiencia en el pensar metódico y sus profundas convicciones cristianas. Lo anima el deseo, la pasión diríase, por comprender el devenir histórico y avizorar las motivaciones esenciales de las personas a las que trata. Y su forma, clara y directa, de expresar lo que ha visto y experimentado y las conclusiones a que le lleva este examen.
La experiencia de leer este libro treinta años después de que fuera publicado permite un ejercicio de “retrovisión”. Las previsiones que entonces podían hacerse sobre los cambios políticos y sociales que agitaron la década de los noventa se confrontan fácilmente con la situación presente. Es una oportunidad inmejorable para recordar esos dos conceptos clave que el historiador Reinhard Kosseleck utiliza como herramientas para el análisis histórico, el campo experiencial (Erfahrungsraum) y el horizonte de expectativas (Erwartungshorizont).
Más que herramientas conceptuales para el análisis histórico, estos conceptos aluden a dimensiones antrópicas universales. Siempre se está en una situación concreta que prescribe y proscribe acciones y pensamientos. Siempre, también, se anticipa o se espera un futuro de expectativas, esperanzas y profecías. Depende ello de la posición de quien observa, de su circunstancia personal, de sus convicciones, de sus influencias formativas.
Lo que el autor logra en este volumen es un puente entre el pasado inmediato de la Europa oriental dominada por una forma extrema de iluminismo totalitario y lo que anticipa como futuro predecible o esperable. Es una construcción pontifical entre un presente entonces pleno de contrastes y sorpresas y un comienzo de reconstrucción de las antiguas y sólidas bases de una humanidad despojada de sus rasgos milenarios por una ideología impuesta por el poder. No en vano, al concluir el volumen, recuerda la exhortación de san Benito: escuchar. Escuchar con el corazón y el intelecto las sutiles oscilaciones del tiempo histórico, recuperar aquello que es lo humano por excelencia, el sentido de dignidad y de justicia, reforzar lo inmutable de la naturaleza y las variaciones de la cultura.
Bien pueden considerarse los años de hegemonía del marxismo-leninismo-estalinismo en la Unión Soviética y su ámbito de influencia (tras la Cortina de Hierro, como dijera Churchill) como un interludio en la vida de las naciones. Un pequeño accidente en el flujo de la historia, que tras su desmoronamiento obliga a pensar en un renacer. En nuevos comienzos. En la restauración de las invariantes antropológicas que rigen lo humano, entre las cuales los principios universales y perdurables de la dignidad, la justicia y la fe merecen especial atención.
No es posible hacer justicia en espacio limitado a las numerosas intuiciones que este volumen ofrece. El magma creencial y valórico que destaca, rescatando lo perdurable en las circunstancias pasajeras, es digno de análisis y reflexión. Su lectura debiera incentivar a otras personas a estudiar la textura de la historia y examinar, en esta obra, los determinantes históricos de la conducta humana individual y social.
Fernando Lolas Stepke