El 30 de abril se hizo público el diario personal de un fallecido sacerdote boliviano que confesó haber hecho daño a “mucha gente”, llegando a mencionar hasta 85 víctimas. Tras conocerse dicho caso, las fiscalías departamentales recibieron otras denuncias. En respuesta, los obispos de la nación anunciaron la creación de una Comisión Nacional de Escucha y otra Nacional de Investigación que determinen responsabilidades y visibilicen lo sucedido, a la vez que se comprometían a trabajar para prevenir. También emitieron un comunicado sobre la visita de Monseñor Jordi Bertomeu Farnós, oficial del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y especialista en temas de abuso sexual, que visitó el país con el objetivo de analizar la cultura preventiva de abusos y efectuar un balance del trabajo realizado hasta el momento, buscando una pastoral atenta a los más vulnerables. El Santo Padre envió una carta al presidente de Bolivia, Luis Arce, en respuesta a una misiva del mandatario en la que le manifestaba su preocupación por los casos de pederastia en el país. En su mensaje, el Santo Padre manifestó su dolor, vergüenza y consternación.

 Las denuncias

A finales de abril, el periódico español El País publicó extractos del diario personal del sacerdote jesuita Alfonso Pedrajas, también conocido como el padre “Pica”, quien confesó haber abusado de 85 niños durante los años 70 y 80, cuando fue profesor en América Latina y especialmente como director del Colegio Juan XXIII de la ciudad de Cochabamba, en el centro de Bolivia.

Aunque Pedrajas afirma en el diario que notificó los abusos a sus superiores y a otros religiosos, nunca recibió un castigo ni fue apartado de las responsabilidades docentes que lo vinculaban a los niños.

“El mayor fracaso personal: sin duda, la pederastia”, escribió. “Hice daño a mucha gente (¿a 85?), a demasiados”. Y añade: “Lo conté tantas veces”. Pedrajas murió de cáncer en 2009 a los 62 años.

La publicación de este testimonio provocó una ola de denuncias ante la Fiscalía boliviana contra varios sacerdotes. Las autoridades precisaron que uno de ellos fue capturado a mediados de mayo.

 

Las víctimas

Pedro Lima Salazar es la única víctima que ha hablado públicamente hasta ahora. Lima fue sacerdote jesuita y asambleísta por el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) durante la Asamblea Constituyente en 2009. “Ha sido un abuso inhumano, cruel y violento, sin consideración por seres humanos indefensos. Ha sido brutal en algunos casos”, aseguró Lima, que no quiso detallar los abusos de los que él dice haber sido víctima. “Son años de ver que el esquema de abuso de poder, abuso de conciencia y abuso sexual se repite. Es un esquema establecido, son instancias institucionales. No es un caso aislado. Es una institución que en sus jerarquías superiores ha permitido esto”, señaló.

En la Iglesia “han naturalizado el abuso y han criminalizado la denuncia”, dijo. “Queremos que se desestructuren esas jerarquías”.

La asociación de exalumnos del colegio de Cochabamba, donde Pedrajas ejerció como profesor, también denunció el encubrimiento de los jesuitas superiores.

“Denunciamos el encubrimiento de parte de la Compañía de Jesús, que tenía pleno conocimiento no sólo por las reiteradas confesiones de Pedrajas Moreno (...) sino por las denuncias interpuestas por los estudiantes”, dijo Hilarión Baldivieso, presidente de los exalumnos del colegio Juan XXIII.

Los jesuitas pidieron perdón al poco de conocerse el diario de Pedrajas.

“Los abusos han provocado una herida profunda en las víctimas y las denuncias no pueden ser ignoradas, aunque el sacerdote involucrado en los hechos haya fallecido”, afirmó Bernardo Mercado, máximo responsable de la orden en Bolivia, a comienzos de mayo.

Al mismo tiempo, anunció la suspensión inmediata de un número indeterminado de religiosos por el presunto encubrimiento de Pedrajas.

Conocido como “Pica”, Pedrajas trabajó en Bolivia entre 1971 hasta 2009, cuando murió a los 62 años causa de un cáncer en un hospital de Cochabamba.

“Pedimos perdón por el dolor causado”, enfatizó la autoridad de los jesuitas, que instó a las víctimas a presentar sus denuncias ante el Ministerio Público boliviano y ofreció el apoyo psicológico y legal de la Compañía de Jesús. “Estamos realmente ante unos crímenes que son inconcebibles. No pueden quedar en la impunidad”, dijo Mercado.

 

El reclamo del gobierno de Bolivia al Vaticano

El gobierno de Bolivia reclamó a la Justicia española, así como al Vaticano. “Me dirijo a usted consternado e indignado por los hechos que recientemente se han revelado”, dijo la ministra de la Presidencia boliviana, María Nela Prada, al leer públicamente la carta que el presidente Luis Arce envió al Papa jesuita. La misiva califica los delitos como “deplorables y aberrantes” y asegura que “con absoluta impunidad fueron ocultos durante años”.

“El Estado boliviano se reserva el derecho de admitir el ingreso de nuevos sacerdotes y religiosos extranjeros a territorio nacional que tengan estos antecedentes de abuso sexual contra menores, entre tanto, se proceda con la revisión de los acuerdos y convenios vigentes y se concluya la negociación del acuerdo entre el Estado y la Santa Sede que, además, deberá incluir recaudos para que no se repitan los hechos que motivan esta nota”, añade la carta.

El gobierno de Arce solicitó que la justicia boliviana “acceda a todos los archivos referidos a las denuncias” y que pueda revisar los antecedentes de los religiosos extranjeros. “Nadie con antecedentes debe permanecer como educador o guía espiritual”.

El procurador general de Bolivia, Wilfredo Chávez, dijo a fines de mayo que había denuncias contra 23 sacerdotes presuntamente implicados en casos de pederastia, que incluyen “violaciones a niños pequeños de entre 6 y 12 años”.

“Estos hechos y los autores merecen una sanción penal y nosotros merecemos saber la verdad”, aseguró Chávez.

 

La respuesta del Vaticano

La carta del presidente Arce fue publicada horas después de la llegada este lunes a Bolivia de monseñor Jordi Bertomeu, oficial del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, un hombre clave en el entorno del Papa. Bertomeu se ha especializado en investigar denuncias de pederastia contra sacerdotes de la Iglesia católica en otros países de América Latina.

Bertomeu llegó a Bolivia procedente de Paraguay, donde investigaba acusaciones de la misma índole.

Sin embargo, la Conferencia Episcopal Boliviana señaló que la visita de Bertomeu fue organizada hace tres años, dando a entender que no responde al escándalo.

 

La Iglesia crea dos comisiones para los casos de abusos

A fines de mayo los obispos de Bolivia dieron a conocer la creación de una Comisión Nacional de Escucha y otra Nacional de Investigación que determinen responsabilidades y visibilicen lo sucedido en los casos de abusos sexuales. Simultáneamente se comprometen a trabajar para prevenir y brindar a las familias la certeza de que los niños y jóvenes estarán seguros en ambientes de la Iglesia.

Con relación a la reciente visita de monseñor Jordi Bertomeu Farnós, oficial del Dicasterio para la doctrina de la fe y especialista en temas de abuso sexual, los obispos de Bolivia emitieron un comunicado público leído por el secretario general de la Conferencia episcopal boliviana, CEB, monseñor Giovani Arana, quien estuvo acompañado por María Beysabel Espinoza, responsable de la Pastoral familiar.

En el comunicado los obispos se dirigen a las víctimas, a sus familias y a la comunidad eclesial, reconociendo que en lugar de recibir la protección y el cuidado que merecían, “se encontraron con una Iglesia sorda a sus sufrimientos”. Los obispos de Bolivia enfatizaron en que el abuso sexual va en contra de la esencia misma de la Iglesia, que debería unirse al crucificado para brindar consuelo a los más vulnerables de la sociedad.

Los obispos se comprometen a hacer todo lo posible para acompañar y buscar la reparación de las víctimas, contando con el apoyo de profesionales especializados en asistencia y sanación de heridas y cicatrices.

 

Dolor y vergüenza del Papa por abusos sexuales en Bolivia

El Papa Francisco leyó la carta que le envió, el 22 de mayo pasado, el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Alberto Arce Catacora. En ella, el mandatario compartía la preocupación, la indignación y el repudio a causa de los “deplorables hechos que han afectado, y siguen afectando, a personas abusadas sexualmente por miembros de la Iglesia”. El Santo Padre agradece la claridad y deferencia del jefe de Estado en una carta fechada el 31 de mayo y publicada por Arce en su cuenta de Twitter este jueves 15 de junio.

En su mensaje, el Obispo de Roma manifiesta su dolor, vergüenza y consternación. Se siente conmovido e impresionado al pensar en “las acciones nefastas de estos sacerdotes”. “Los ministros de la Iglesia –afirma– deben ser ‘custodios’ y garantes del bien y del futuro de las jóvenes generaciones, y destacarse por propagar las actitudes y sentimientos que han caracterizado la presencia de Jesús entre los hombres”.

Francisco agrega que “esta problemática sigue siendo uno de los desafíos más grandes para la Iglesia de nuestro tiempo”. En tal sentido, expresa su “firme deseo de responder con la promesa de la total disponibilidad de la Iglesia para trabajar junto con el Gobierno de su País”.

En sus últimas líneas, el Pontífice pide al Señor “que nos ayude a cumplir con generosidad nuestro deber de reparar las injusticias y a ser siempre fieles a la tarea de proteger a quienes son los predilectos de Jesús”. “Que Dios lo bendiga y la Virgen Santa lo cuide”, concluye fraternalmente Bergoglio.

 

El agradecimiento del Presidente

Al difundir la carta del Papa en Twitter, el Presidente Luis Arce hizo llegar su gratitud a Francisco por la respuesta frente a los casos de pedofilia en Bolivia, “un delito inadmisible que daña de por vida a nuestras niñas, niños y a la misma Iglesia Católica”, escribió.

Arce resalta la voluntad de Francisco de “tomar acciones concretas conjuntas para luchar contra la impunidad de delitos sexuales contra la niñez”. Asimismo, asegura que se debe fortalecer el control para evitar que sacerdotes extranjeros con antecedentes de delitos sexuales ingresen en el territorio nacional.

 

Nuevo comunicado de la Conferencia Episcopal Boliviana

Dando continuidad a las acciones para la prevención de abusos sexuales a menores y personas vulnerables dentro de la Iglesia Católica y la atención a las víctimas, la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) a través de la Comisión Nacional de Comunicación, dijo en un comunicado emitido la mañana del 19 de junio, que “las palabras del Papa han supuesto un inmenso consuelo para los fieles Católicos en Bolivia” y  dio a conocer las acciones que llevarán a la práctica las Comisiones de Escucha, Prevención y Formación, Investigación y Comunicación.

A su vez, el comunicado asegura en unidad con el Papa Francisco la “total disponibilidad de la Iglesia para trabajar junto con el Gobierno” y aclara que “los procesos que lleva adelante la Iglesia con cualquier tipo de delito cometido por parte de algún eclesiástico no suplen ni pretenden poner a un lado la justicia civil, ya que todo ministro sagrado de la Iglesia es un ciudadano más de Bolivia”.

Asimismo, los obispos mediante este comunicado dirigiéndose el Presidente y a las autoridades expresaron que “solamente uniendo los esfuerzos de ambas esferas se podrá alcanzar el objetivo común, que es superar el flagelo de los abusos sexuales, principalmente los infligidos en menores de edad y otras personas vulnerables”.

Fuente: Vatican News, El Comercio y Conferencia Episcopal Boliviana

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