El jueves 21 de enero el Papa Francisco autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos a promulgar ocho decretos que promueven las causas de canonización de seis hombres y dos mujeres. Entre ellos se encuentra el reconocimiento del ejercicio de las virtudes en grado heroico del Siervo de Dios Jérôme Lejeune. Con ello, otorga el título de Venerable a quien fuera el primer presidente de la Pontificia Academia para la Vida.
Jérôme Lejeune fue un pediatra y genetista francés que se enfrentó a las luchas experimentadas por los niños con síndrome de Down y sus familias. Lejeune dedicó su investigación a entender el misterio de la afección y es reconocido por descubrir la causa genética del síndrome relacionada con anomalías cromosómicas.
En 1959, utilizando un laboratorio básico, Lejeune descubrió que el síndrome de Down se debía a la trisomía 21, con lo cual abrió puertas impensadas a la ciencia genética, y por lo que es considerado uno de los padres de la citogenética humana. Este y otros descubrimientos en torno a la causa de muchas otras anomalías relacionadas con el cromosoma, lo llevaron a ser un firme opositor al proyecto de ley de aborto eugenésico en Francia y a caer en desgracia frente a los seguidores de dicha legislación en el mundo. La investigación de Lejeune ayudó a reducir el estigma social asociado a los afectados por el síndrome de Down.
En febrero de 1994, el Siervo de Dios Jérôme Lejeune fue nombrado por el Papa San Juan Pablo II como el primer presidente de la Academia Pontificia para la Vida. Lejeune murió dos meses después de su nombramiento. Era esposo y padre de cinco hijos, y ciertamente un revolucionario en el mundo de la ciencia y de la historia: se anticipó a muchas de las interrogantes surgidas a raíz del mapeo del ADN humano dada la unidad entre su ser católico, vida familiar y trabajo.