El pontífice escribió una nueva encíclica que firmará en su primer viaje desde el inicio de la pandemia.
Foto de portada: Basílica de San Francisco en Asís por Pablo Burmester ©, Cathopic
Sobre la tumba de Francisco de Asís, el santo que comprendió la fraternidad en cada criatura de Dios y la transformó en una canción atemporal, el Papa firmará el documento después de la misa que celebrará en la Basílica Franciscana el 3 de octubre. La ceremonia será sin fieles por respeto a la actual situación sanitaria, y apenas la celebración termine, el Papa regresará al Vaticano.
A partir de entonces comenzará una nueva etapa del Magisterio del Papa que ha elegido llevar el nombre del Santo de Umbría. Después de Lumen fidei (2013) y Laudato si' (2015) –que también hace eco del título del Cántico de las Criaturas– esta vez es la ciudad del Poverello la que celebrará la tercera Encíclica Fratelli tutti (Hermanos todos) sobre la fraternidad y la amistad social: “Consideremos todos los hermanos al Buen Pastor, que por salvar a sus ovejas sufrió la pasión de la cruz.” (Admoniciones, 6, 1: FF 155).
El título del último documento se refiere a un valor central del Magisterio de Francisco, valor que relevó en la noche de su elección, el 13 de marzo de 2013, al presentarse al mundo con la palabra “hermanos”. Hermanos son los invisibles que abraza en Lampedusa, los inmigrantes en su primer viaje apostólico. Simon Peres y Abu Mazen, que dan la mano al Papa en 2014, son también un ejemplo de esa fraternidad que tiene como objetivo la paz. La Declaración de Abu Dhabi del año pasado, es también un documento sobre la “hermandad humana” que, según Francisco, “nace de la fe en Dios que es Padre de todos y Padre de la paz”.
La del 3 de octubre será la cuarta visita del Papa a Asís, después de la del 4 de octubre de 2013 y la doble visita de 2016, 4 de agosto y 20 de septiembre. Un regreso que el obispo de la ciudad, Domenico Sorrentino, espera con “emoción y gratitud”, según declaró. “Mientras el mundo sufre una pandemia que pone en dificultades a tantos pueblos y nos hace sentir hermanos en el dolor, no podemos dejar de sentir la necesidad de convertirnos, sobre todo, en hermanos en el amor”, escribe monseñor Sorrentino, que habla de la “fraternidad cósmica” de San Francisco. “Este gesto del Papa Francisco –concluye el obispo de Asís– nos da nuevo valor y fuerza para 'recomenzar' en nombre de la fraternidad que nos une a todos”.
Fuente: Vatican News.