Desde Atacama hasta Los Lagos, los proyectos de la Pastoral de la Universidad Católica lograron construir capillas, salones y viviendas, llevando esperanza a las comunidades y fortaleciendo la formación integral de los estudiantes. Por otro lado, sus misioneros llevaron el mensaje de Cristo a diversas localidades.
Con espíritu de servicio y compromiso con el país, 1.500 voluntarios de la Pastoral de la Universidad Católica se desplegaron este verano en 55 localidades, desde Atacama hasta Los Lagos. A través de iniciativas como Misión País, Capilla País, Siembra Verano, Viviendas y Coro Misión País, construyeron 7 capillas, 3 salones parroquiales y 9 viviendas, además de compartir momentos de evangelización y encuentro.
Estas iniciativas, que ya son una tradición en la universidad, no solo buscan mejorar la calidad de vida de los habitantes, sino también formar a los voluntarios en valores como la solidaridad, la fe y el compromiso con Chile.
Cardenal Chomali bendijo misa de envío
Con el himno de Misión País interpretado por el coro, la Iglesia del Sagrado Corazón en el campus San Joaquín, adornada con guirnaldas de colores y sin bancas, comenzó a llenarse. Entraron en procesión, con sus poleras y sus banderas los coordinadores generales de cada uno de los proyectos: Misión País, Capilla País, Siembra Verano, Viviendas y Coro Misión País; seguidos por los acólitos, sacerdotes y el cardenal, arzobispo de Santiago y Gran Canciller de la UC, monseñor Fernando Chomali quien celebró la misa, junto a los presbíteros Osvaldo Fernández de Castro, Vice Gran Canciller, y Jorge Merino, capellán mayor.
Antes de comenzar, el padre Jorge dio la bienvenida desde el ambón: “Muchas gracias por haberle dicho que sí al Señor, quisiera saludar a los papás de muchos de ustedes quienes nos acompañan”. Agradeció al rector por estar una vez más y destacó la presencia del cardenal: “Es una gran alegría que monseñor quiera presidir esta Eucaristía tan importante para nuestra Pastoral, nuestra universidad y para las 55 zonas que serán visitadas en los siguiente días”.
Monseñor Chomali invitó a maravillarse con cada cosa que vieran, desde sus propias disciplinas, para poder poner al servicio sus talentos. “El esfuerzo que están haciendo no será en vano, será traducido en un país mejor. En el país que nosotros, lamentablemente y les pido perdón, no fuimos capaces de dejarles a ustedes”. El arzobispo de Santiago concluyó la prédica invitando a invocar los dones del Espíritu santo y a quedarse con los tres consejos del Papa Francisco: “mirada en alto para salir de nosotros mismos porque el centro es Cristo, las manos juntas para que seamos personas de oración, y con los pies desnudos para que nos duela la pobreza”.
En las peticiones, las comunidades que serán visitadas fueron las protagonistas y las ofrendas fueron poleras y banderas de todos los proyectos, una biblia y un martillo. Durante la comunión el coro entonó el himno de Capilla país y luego su nuevo canto Seguiremos tus pasos, el que está disponible en las plataformas de streaming. Este proyecto tiene un objetivo muy particular durante las misiones y trabajos que consiste en “evangelizar a través de la música siendo una zona itinerante, acogida por cada proyecto en las distintas zonas que llegan a visitar”, aclararon sus coordinadores generales Teresa Rojas y Baltazar Algüello.
Envío y bendición
Antes de la bendición final, monseñor Chomali bendijo las cruces de los voluntarios y los coordinadores generales dieron unas palabras de agradecimiento y motivación para lo que serían esos nueve días de darlo todo. Partió Capilla país, este año a cargo de Gustavo Johnson y Pascuala Mujica, invitando a disfrutar la experiencia porque es inolvidable: “Gracias porque desde que se inscribieron dejaron de ser turistas de la vida para salir al encuentro, empaparse de las realidades de Chile y encontrarse con Cristo”. Y terminaron gritando el lema: “¡Construyendo nuestra Iglesia al encuentro de todos!”.
Los siguieron Martín Jara y Florencia Tosso de Siembra Verano: “qué alegría que son tantos los que se involucran para llevar la esperanza. Los invitamos a ir con el corazón dispuesto a escuchar y a hacerse amigos de Cristo. ¡Locos por Cristo seamos raíces de alegría!”
A continuación, los coordinadores generales de Misión País, Benjamín Bravo y Trinidad Smith, interpelaron a la asamblea preguntando quiénes habían visto las últimas copas de fútbol y las eliminatorias para dejar claro que vale la pena seguir alentando a La Roja y, asimismo, vale la pena involucrarse y moverse con la misma pasión porque, aunque no nos abran las puertas, Dios deja sus frutos en todos los corazones. “¡Atrévete, Chile, a vivir un encuentro con Cristo!”.
Por último, Aníbal Cousiño y Catalina Gallego, del proyecto Viviendas removieron los corazones dando a conocer la cantidad de familias que no tienen un hogar digno donde vivir. “nunca dejemos de conmovernos ni de trabajar por un Chile más digno, fraterno y humano”.
La misa terminó con todos los voluntarios abrazados, moviéndose de un lado a otro simulando una barca, coreando el himno de Siembra.
Luego de la foto oficial de los participantes y el equipo de la Pastoral UC, su directora, Ángela Parra animó:
En general, todas las experiencias de voluntariado —misiones o trabajos—, despiertan ese espíritu de servicio que está en todas las personas, en particular, en los jóvenes que tenemos otro ímpetu por esa idea de que los jóvenes lo podemos todo. Especialmente ahora, cuando reina la cultura de las pantallas, salir de misiones o trabajos nos permite levantar la cabeza y mirar hacia el horizonte para encontrarnos con quien nos necesita.
Al terminar la misa, los voluntarios partieron en buses hacia sus diferentes destinos.
Voluntarios en terreno
El rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, visitó las misiones que se desarrollaron en las regiones de La Araucanía y Los Ríos, donde tuvo la oportunidad de compartir con los voluntarios y la comunidad local. Durante su recorrido, el rector destacó el espíritu de servicio que caracteriza a los estudiantes y el impacto positivo que generan estas actividades:
La Pastoral UC nos tiene acostumbrados a un trabajo prolijo. Durante todo el año se preparan para acercarse a las comunidades, identificar sus necesidades y levantar los recursos necesarios para llevar a cabo estas iniciativas. Lo destacable es que cerca del 80% de los fondos son gestionados directamente por los propios estudiantes, mediante donaciones y diversas campañas.
La visita incluyó un recorrido por las localidades de Máfil, San Pablo y Freire, donde los jóvenes han trabajado arduamente en misiones y en la construcción de un salón parroquial y de una capilla. Estos espacios no solo son lugares de culto, sino también centros de encuentro comunitario. “Es muy emocionante ver cómo las comunidades cuidan y desarrollan lo que los estudiantes han construido a lo largo de los años. Esto refleja un verdadero compromiso mutuo entre la UC y las localidades visitadas”, agregó el rector.
Testimonios de fe y transformación
El impacto de estas misiones no se limita a la infraestructura; también deja una huella profunda en el ámbito espiritual y social. Marcia Tabilo, vecina de Lircay en Talca, relató cómo la llegada de los voluntarios ha revitalizado la vida comunitaria: “Nos sentimos bendecidos de que estos jóvenes nos hayan elegido para misionar. Su presencia nos llena el corazón y nos enseña. Además, han logrado contagiar a más jóvenes y niños de la zona, quienes se han sumado a las actividades de la capilla”.
Un testimonio similar es el de Pedro Meleda, estudiante de Medicina UC, quien participó en Misión País y compartió cómo esta experiencia lo ha marcado: “Misión País me ha dado esperanza. Me impresiona ver a tantos jóvenes enamorados de Cristo y el cariño con el que nos recibe la gente. Esto te transforma y te anima a seguir evangelizando”. Además, Pedro destacó el sentido de comunidad que se genera entre los voluntarios y cómo esta vivencia fortalece su vocación profesional y su fe.
El objetivo principal de estas iniciativas es contribuir al desarrollo material y espiritual de las comunidades más vulnerables del país. Sin embargo, el aprendizaje es mutuo. Los voluntarios no solo construyen capillas y salones, sino que también fortalecen su compromiso social y su fe.
Durante su estadía en terreno, los jóvenes participaron en diversas actividades, como talleres con niños, visitas a hogares y celebraciones religiosas. Además, compartieron jornadas de reflexión y oración que fortalecieron su vida espiritual y el vínculo con las comunidades locales. “Estos días nos han permitido encontrarnos con Cristo a través del otro, lo que le da un verdadero sentido a nuestra misión”, destacó Pedro Meleda.
Construcciones al servicio de la comunidad
Con una emocionante reflexión, Pascuala Mujica, coordinadora general de Capilla País, recordó una experiencia en un pequeño pueblo cerca de Ovalle. “Conversamos con una señora que, a pesar de la lejanía y la falta de conexión, reconoció la labor de Capilla País, describiendo a los jóvenes como ‘constructores de Iglesia al encuentro de todos’”.
Este momento marcó a Pascuala profundamente, porque Capilla País no solo consiste en la construcción de capillas físicas, sino que también en la formación espiritual de las comunidades y voluntarios. “Lo que estamos haciendo no es normal, es algo realmente extraordinario”, enfatizó Pascuala, destacando la dedicación de los jóvenes durante todo un año para preparar estos días de misión.
El lema de Capilla País, “Construyendo Iglesia al encuentro de todos”, se vivió con fuerza en cada comunidad. “En esos diez días logramos ser puentes de fe”, expresó Pascuala, recordando el impacto no solo en las comunidades, sino también en los voluntarios que lideraron este proceso.
La edición 2025 del proyecto reafirma su misión de llevar el mensaje de Cristo a los rincones más olvidados de Chile. Desde pueblos sin señal de celular hasta localidades profundamente alejadas de los centros urbanos, Capilla País trabaja para transformar no solo el paisaje, sino también los corazones.
Esta labor formativa y transformadora continúa siendo un testimonio vivo de que los jóvenes, motivados por su fe, pueden marcar una diferencia real en las comunidades, construyendo no solo capillas, sino también vínculos de esperanza y comunión.
En el caso del proyecto Capilla País, los jóvenes construyeron 7 capillas y 3 salones parroquiales desde Atacama hasta Los Lagos. Y, en el caso del proyecto Viviendas, los estudiantes construyeron 9 casas con baño, conectadas a la luz y a la electricidad en Paine, Región Metropolitana. Para ambos proyectos se contó con aportes de Volcán.
Con esta nueva versión de las misiones y trabajos de verano, la UC reafirma su compromiso con el desarrollo integral de sus estudiantes y el servicio a la sociedad. Una tradición que, a lo largo de los años, ha dejado una huella imborrable en miles de corazones y comunidades a lo largo del país.