Ante el plebiscito del 4 de septiembre, representantes de la Conferencia Episcopal invitaron a personas de diversos ámbitos políticos a reflexionar sobre lo que puede llevarnos a un Chile más justo y fraterno, buscando caminos que permitan curar las heridas y reparar las fracturas de la convivencia nacional. Dicho diálogo se dio junto a la presentación del mensaje “Actitudes ante una decisión trascendental”.
El encuentro se desarrolló en las dependencias de la Conferencia Episcopal de Chile, en Santiago, instancia en la que junto a los obispos del Comité Permanente Fernando Chomali y Juan Ignacio González -además de la secretaria general adjunta del episcopado, Valeria López- participaron parlamentarios, ex convencionales y otros actores socio políticos. Ellos fueron: Agustín Squella, Roberto Celedón, Javier Macaya, José García Ruminot, Genaro Arriagada, Claudio Alvarado y Eric Aedo.
En la oportunidad los obispos agradecieron la presencia y la labor que cada participante realiza en su rol político. Además, se dio cuenta de la diversidad de acciones que ha desarrollado la Iglesia en torno al debate constitucional en comunidades parroquiales, colegios y otras instancias eclesiales. También se expresaron algunos puntos centrales de las más recientes declaraciones del episcopado nacional, relevando que la presencia de la Iglesia a lo largo y ancho de Chile en lo pastoral, educacional y social busca poner a disposición del país la mirada y los valores del Evangelio en el mundo actual.
El vicepresidente de la CECh, arzobispo Fernando Chomali, destacó el tono de diálogo entre los presentes en la reunión: "Valoramos el diálogo que hemos tenido en este encuentro con personas de diversas posiciones frente al plebiscito. Agradecemos también a los hombres y mujeres convocados que por motivos de agenda no pudieron asistir. Esperamos que desde el 5 de septiembre podamos trabajar todos juntos por un Chile mejor".
Actitudes ante una decisión trascendental
Dentro de la conversación, los obispos dieron a conocer el mensaje “Actitudes ante una decisión trascendental”, en la que teniendo en vista el plebiscito del 4 de septiembre y la amplia discusión sobre el proyecto de nueva Constitución propuesta, los pastores recordaron que las orientaciones que han dado en este tiempo desde la mirada del Evangelio de Jesús y las enseñanzas de la Iglesia, es parte de la misión que les corresponde ante los católicos y todas las personas de buena voluntad.
“Estos días que restan para tomar una decisión deben ser para cada uno un tiempo de reflexión personal, familiar y comunitario, cuyo horizonte debe estar puesto en el futuro de Chile y en la necesidad de que el país pueda iniciar caminos que permitan curar las heridas y reparar las fracturas de nuestra convivencia nacional”, señala el mensaje que recuerda, como ha señalado el Papa Francisco, que el diálogo entre las diversas generaciones es un elemento muy decisivo para adquirir convicciones.
Además, se expresa que en los momentos decisivos de una nación nadie puede excluirse de aportar su opinión. “Por ello, hacemos un llamado a todas las personas que tienen derecho a votar para que lo ejerzan desde un conocimiento informado y en conciencia. Más allá de las exigencias legales, el voto es una expresión del amor a Chile, a su pueblo y a su futuro”, resalta el texto.
“Todos somos conscientes que el proceso que hemos vivido en estos últimos años, y también la misma discusión constitucional, han dejado de manifiesto los graves desafíos que tenemos como nación, que se han expresado en demandas sociales, políticas y económicas”, manifiestan los obispos, agregando que han “comprobado que el proceso vivido no ha logrado la cohesión y adhesión que muchos esperaban. La polarización de posturas políticas e ideológicas ha sido muy manifiesta. Ante esta realidad no cabe el abatimiento o la desesperanza porque Chile, como lo ha demostrado durante su historia, tiene vocación de paz y de unidad”.
Por ello los pastores hacen un llamado a continuar trabajando por el bien de Chile, a través de tres actitudes: En primer lugar “aceptando los resultados del plebiscito sea cual sea la opción que obtenga más votos”. Luego, evitando cualquier tipo de violencia: “llamamos a todos a expresar su rechazo a cualquier expresión de la misma, que, como sabemos, termina por afectar a los más necesitados y desvalidos de la sociedad”. Finalmente se añade que Chile y “cada uno de nosotros deberemos continuar nuestro camino como nación. Ello exige una renovada generosidad y capacidad de diálogo, por lo que llamamos a todos, especialmente a los que actúan en la vida pública y en la política, a ampliar la mirada y pensar en común lo que nos pueda llevar a un Chile más justo, fraterno, menos desigual y con mejores oportunidades para todos sus habitantes”.
Al concluir, se agrega que mediante el mensaje se quiere “apelar al sentido ético y religioso que habita en el alma de la gran mayoría de los chilenos y chilenas, proponer sendas que nos lleven a terminar con la violencia bajo todas sus formas e invitar a ser factores de unidad y de paz”. Se señala además que, la fe en Dios y el reconocimiento de un Padre común es un patrimonio del país que ha sido fuente de unidad y solidaridad: “El amor a Dios, al prójimo y a la Patria, son las fuerzas que deben conducirnos por caminos que edifiquen la paz social y dejen atrás tensiones y conflictos, que deterioran la convivencia y la democracia, para dar paso a la concordia, la prosperidad y la unidad”.
Ofreciendo los momentos que vive el país en manos de la Virgen del Carmen, firman el mensaje los integrantes del Comité Permanente de la CECh: el Cardenal Arzobispo de Santiago Celestino Aós Braco, presidente del episcopado; el Arzobispo de Concepción, Fernando Chomali Garib, vicepresidente; el obispo de Chillán, Sergio Pérez de Arce Arriagada, secretario general; el obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González Errázuriz; y el obispo de Copiapó, Ricardo Morales Galindo.
Fuente: Comunicaciones CECh