El próximo jueves 24 de agosto, entre las 16 y 18 horas, se llevará a cabo en el Centro de Extensión UC un evento que busca hacer memoria del papel de la Iglesia durante la época de la dictadura desde una mirada contingente.

Al alero de la Vicaría de la Solidaridad, grupos de mujeres en distintas partes de nuestro país se reunían a construir imágenes a través del bordado y la conjunción de retazos de tela. Por medio de esta actividad no solo apoyaban económicamente a sus hogares, sino que también, mostraban al mundo lo que sucedía en Chile.
En la imagen, una arpillera elaborada en 1980. ©Archivo de la Vicaría de la Solidaridad

A pocos días de conmemorarse las cinco décadas de los sucesos ocurridos el 11 de septiembre de 1973, la Pontificia Universidad Católica de Chile realizará el 24 de agosto el seminario denominado “Iglesia y Paz: miradas de futuro a 50 años del golpe de Estado” en el salón Juan Francisco Fresno del Centro de Extensión del campus Casa Central.

La iniciativa surge como una inquietud compartida entre la Vicerrectoría de Comunicaciones y Extensión Cultural, la Facultad de Teología, la revista Humanitas, la dirección de Pastoral y Cultura Cristiana y la Biblioteca de Teología por proponer una mirada desde la Iglesia a las conmemoraciones del golpe de Estado. El evento cuenta también con la colaboración del Centro UC para el Diálogo y la Paz, que a su vez ha llevado a cabo cuatro seminarios titulados “1973: a 50 años del golpe de Estado. Lecciones desde el pasado, para hoy y el futuro”, para abordar este acontecimiento histórico, su génesis y repercusiones: mirada desde la academia, desde estudiantes UC, de rectores, y de líderes de opinión.

El objetivo de este certamen es hacer memoria del rol de la Iglesia durante el tiempo de dictadura y proponer aprendizajes para el papel que esta debe desempañar como promotora de paz.

“Es deber de los que creemos en el Dios de la vida y de la paz, ayudar a la comunidad nacional a hacer una reflexión, sin miedo y a la vez con apertura al diálogo y a la autocrítica, sobre las razones que llevaron a ese punto”, Fernando Berríos.

Las voces del seminario

Para Fernando Berríos, decano de la facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la importancia de este seminario radica en que “es evidente que hay heridas sin cerrar, debido al trauma provocado por el hecho y sus repercusiones de tanta violencia”.

“En tal contexto”, prosiguió Berríos “es deber de los que creemos en el Dios de la vida y de la paz, ayudar a la comunidad nacional a hacer una reflexión, sin miedo y a la vez con apertura al diálogo y a la autocrítica, sobre las razones que llevaron a ese punto, para asegurar todos juntos que nunca más tengamos que pasar por eso como país”.

En la misma línea, el director de revista Humanitas, el sociólogo Eduardo Valenzuela, sostiene que esta instancia busca “relevar el llamado a la paz y el diálogo que hizo la Iglesia de entonces. Recordar al cardenal Silva y a una conferencia episcopal que actuó con valentía e integridad en la defensa de los Derechos Humanos”.

El programa incluye unas palabras de bienvenida a cargo del Rector UC Sr. Ignacio Sánchez, y de la Sra. Haddy Bello, Vicedecana de la Facultad de Teología UC. Los ponentes de este evento académico serán tres, moderados por la Sra. Elena Irarrázabal, subeditora del segmento “Artes y Letras” de El Mercurio:

María Luisa Sepúlveda Edwards, ex vicepresidenta de la “Comisión Valech”, quien ha estado ligada al trabajo por los Derechos Humanos a través de su labor como Secretaria Ejecutiva de la Vicaría de la Solidaridad y de la Comisión de Verdad y Reconciliación.

El padre Tomás Scherz, vice gran canciller de la Pontificia Universidad Católica, doctor en filosofía por la universidad alemana Eberhard Karls, en Tubinga. Estuvo a cargo de la Vicaría de la Pastoral Universitaria y de la Vicaría para la Educación de la Arquidiócesis de Santiago.

Y el padre Fernando Salas, jesuita, primer secretario ejecutivo del Comité Pro Paz, cargo al que fue nombrado por el cardenal Silva Henríquez cuando tenía 31 años en octubre de 1973. El trabajo de ese grupo permitió preparar el primer informe presentado a los Obispos de Chile (abril 1974) sobre las violaciones a los Derechos Humanos. Años más tarde colaboró en la Comisión Central para la Canonización del Padre Hurtado. 

Publicaciones presentes

Tal como se instauró en el Conversatorio que estas mismas unidades académicas desarrollaron en abril con ocasión de conmemorar al fallecido papa emérito Benedicto XVI, la Biblioteca de Teología realizará en paralelo al desarrollo del panel una exhibición bibliográfica y archivística, principalmente de monografías y documentos. Entre el material seleccionado se encuentra, por ejemplo, un “Informe sobre 384 casos de personas desaparecidas” de la Vicaría de la Solidaridad fechado en julio de 1976, la monografía de la misma institución titulada “Noveno año de labor”, de 1984; una declaración oficial del Arzobispado de Santiago acerca de acusaciones contra el Sr. Hernán Montealegre Klenner, abogado de la Vicaría de la Solidaridad; y ediciones de la época de revista Mensaje.

Al finalizar el evento, el director de la Revista Diálogos, José Luis Romero, presentará el último número llamado “Solidaridad, una cuestión de justicia”, título también de la entrevista a María José Castro Rojas, Sabina Orellana Tognarelli y Jorge Sahd Karmy, quienes aportan distintas miradas a cómo la sociedad de hoy está viviendo el “ser solidario”. Además, diferentes miembros de la comunidad universitaria muestran cómo la solidaridad puede cambiar vidas, profundizando en la realidad de que las condiciones habilitantes de la convivencia social requieren de un compromiso serio, una mirada a largo plazo y un trabajo permanente. Se plantea que, más allá de la participación en voluntariados, los jóvenes están llamados a ser críticos respecto a su rol en la sociedad y reflexivos acerca de cómo vivir su espiritualidad. Este número también destaca los aprendizajes sociales y los análisis post pandemia en el ámbito de la educación.

Revista Humanitas es otra de las entidades que organiza este encuentro. Al finalizar el seminario, estará disponible a la venta el número 104, que corresponde al período mayo-agosto del 2023. Destacan en esta edición tres secciones que aportan al tema que convoca la próxima semana. En primer lugar, el editorial de Eduardo Valenzuela titulado “La Iglesia del Cardenal”, propone recordar la figura del cardenal Raúl Silva Henríquez (1907-1999) y el papel tan decisivo que jugó antes y después de septiembre del 73: antes, por su activo compromiso con la Iglesia reformista y conciliar que “acompañó los enormes cambios sociales de una época tormentosa”; y después, “por su activísima defensa de los Derechos Humanos y de la solidaridad con los más pobres”. En segundo lugar, el artículo de Mons. Cristián Contreras Villarroel titulado “La actuación eclesial de la reconciliación en Chile”, plantea una reflexión en torno al lugar que la Iglesia tuvo en los procesos de reconciliación post golpe de Estado, basándose en algunos documentos de la Conferencia Episcopal de Chile publicados entre los años 1973 y 1989. Por último, el artículo de los académicos Jaime Blume y Felipe Espinoza V., “El discurso poético de Esteban Gumucio”, toca el tema de la creación literaria de este sacerdote en el contexto de pertenencia a la Iglesia “de avanzada” de la década del ’70, quien acompañó la vida del pueblo con escritos provistos de una gran sensibilidad.

Contexto tangible: exposición de arpilleras

Previo al inicio del seminario se realizará la inauguración de la muestra denominada “Arpilleras por la vida y sus derechos” a cargo de la fundación de documentación del archivo de la Vicaría de la Solidaridad de la Arquidiócesis de Santiago. Esta exposición consiste en la representación, a través del bordado, de los treinta artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

El acto contará con palabras de la Sra. Magdalena Amenábar, Vicerrectora de Comunicaciones y Extensión Cultural UC, y del Sr. Javier Luis Egaña, Presidente del Directorio de la Fundación de Documentación y Archivo de la Vicaría de la Solidaridad.

Las arpilleras fue uno de los programas que nació junto con el Comité de Cooperación para la Paz en Chile y se mantuvo a lo largo de toda la existencia de la Vicaría de la Solidaridad. Orientado en un principio para capacitar a mujeres a bordar para luego vender sus productos, las arpilleras transformaron sus bordados en un instrumento para comunicar y denunciar públicamente la violación a los Derechos Humanos tanto de ellas, como de sus seres queridos.

La exposición estará abierta a todo público en la plaza Juan de Dios Vial Correa del Centro de Extensión UC, desde el 17 al 26 de agosto.


Arpilleras: terapia y denuncia

En mayo del 2018 se montó esta misma exposición de arpilleras en el Museo de la Memoria como conmemoración de los 40 años de la convocatoria realizada por el Cardenal Raúl Silva Henríquez en 1978, a participar del “Año de los Derechos Humanos”, en tiempos que el país pasaba por una represora dictadura. En ella se expuso el trabajo de diez arpilleristas, entre las que hay arpilleristas de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, mujeres que trabajaron en talleres a nivel poblacional en las capillas de Santiago y mujeres jóvenes que se dedican hoy al arte de la arpillera.

La arpillera es un material de aspecto áspero y grueso, empleado en la fabricación de sacos. De la mano de la folklorista Violeta Parra, el bordado sobre arpillera tomó fuerza como expresión artística y desde entonces en Chile muchas mujeres han plasmado en esta económica tela, valiosas y emotivas historias.

En el año 1974, la Vicaría de la Solidaridad, abrió el primer taller de arpilleras. Nació como una especie de terapia, de desahogo ante el enorme sufrimiento de un grupo de mujeres por no saber el paradero ni estado de sus familiares detenidos en dictadura. Cada hebra, cada punta, llevaba consigo dolor y sentimiento. Poco a poco, de ser una herramienta de terapia, el bordado en arpillera pasó a ser también un instrumento de denuncia y de apoyo económico. En ellas se contaban las vivencias diarias del pueblo: allanamientos, detenciones y violencia.

Para la Fundación Trabajo para un hermano, haber participado de este proyecto implicó una gran responsabilidad. En palabras de Isabel del Campo, Gerente de la Fundación en ese momento, “como país, no podemos dejar de cuestionarnos y de poner cada uno lo necesario para que la verdad sea posible y para que la defensa de los Derechos Humanos en todo momento sea un trabajo de cada uno y por supuesto del Estado”.

Durante los meses de ejecución del taller se vivió el reencuentro de algunas antiguas compañeras de bordado, la catarsis y sensibilidad del recuerdo y en cierto modo el perdón, como relata Isabel López, arpillerista: “Este trabajo, volver a hacer esto, para nosotros ha sido una oportunidad para perdonar muchas cosas que vivimos y que uno cree que las olvidó y no las ha olvidado, están ahí, entonces esto es para cerrar un ciclo en cierto modo”. Bordar los 30 Artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, no sólo permitió el cierre de un ciclo, si no que abrirse a nuevos problemas y desafíos de la actualidad.

Esta exposición habla de la memoria y los Derechos Humanos. Derechos que hubo que defender en los años de la dictadura y que hoy hay que seguir defendiendo. Las arpilleras no sólo tienen un sentimiento de ayer, también tienen un sentimiento de hoy, de presente, de actualidad, de urgencia en el tiempo que estamos viviendo.

Fuente: El Mostrador, 23.05.2018

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