Los estudiantes y profesores representantes de 56 colegios se congregaron el martes 28 de mayo en el campus San Joaquín de la UC para reflexionar sobre cómo hacer un Chile más justo y santo desde la realidad de cada uno, en el encuentro Somos Iglesia.
Durante la jornada también pudieron conocer los proyectos que ofrece la Pastoral UC, además de conversar sobre la vocación y el futuro.
Con uniformes, mochilas y bien abrigados llegaron hasta el auditorio Francisco Rosende, en el campus San Joaquín, más de 400 escolares y profesores de 56 colegios para participar en el encuentro Somos Iglesia, organizado por la Pastoral UC, con colaboración del Arzobispado de Santiago.
“Somos el ahora del Dios”, fue el lema bajo el cual trabajaron los estudiantes en esta iniciativa que brinda un espacio para favorecer la conversación entre jóvenes católicos líderes, que trabajan al servicio del país y de la Iglesia. Además de darse el tiempo para pensar en su futuro vocacional y entender cómo pueden ser un aporte a la sociedad, especialmente desde su participación en las pastorales y grupos secundarios.
En la ocasión, se contó con la presencia de diferentes autoridades, entre ellas, el rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Ignacio Sánchez; el Vice Gran Canciller, Pbro. Osvaldo Fernández de Castro; el Capellán Mayor, Pbro. Jorge Merino; la directora de la Pastoral, Ángela Parra; Alberto Vásquez, director del área de Pastoral Educativa; y Hugo Zúñiga, formador del área de Pastoral Educativa, ambos de la Delegación para la Educación del Arzobispado de Santiago.
Ellos, junto a los estudiantes, fueron los protagonistas del encuentro, donde tuvieron la oportunidad de conversar, discutir, escuchar y trabajar en conjunto, sobre los retos pastorales que viven a diario y las formas en que van respondiendo a cada uno de ellos.
Dieron la bienvenida los estudiantes UC Josefa Tagle y Max Dussaillant, que este año son los coordinadores del proyecto Siembra UC. En conjunto, les dijeron a los asistentes que “la idea es que hoy salgan llenos de alegría, energía y de nuevas ideas para llevar a sus establecimientos para que así, tal como nosotros evangelizamos en la universidad, ustedes puedan hacerlo en sus diferentes realidades. Chile nos necesita hoy; trabajemos para que sea un país más justo y santo”.
Por su parte, el rector Ignacio Sánchez señaló que “queremos mostrarles lo que hace la Pastoral UC y queremos aprender lo que hacen las pastorales de sus colegios”. Y enfatizó que “es muy emocionante ver a los estudiantes de la Pastoral en los trabajos de invierno y verano, en la construcción de capillas y viviendas. En esos momentos, muchos de ustedes me dicen que esa semana ha sido una de las mejores de su vida. Eso es porque se hace comunidad y se trabaja con Cristo en el centro. Justamente eso queremos llevarlo al día a día”.
Ángela Parra, en tanto, explicó a qué se dedica la Pastoral UC. “Lo que queremos hacer es que cada persona de la universidad se encuentre con Cristo. Y los verdaderos protagonistas de la Pastoral son los jóvenes que participan en los proyectos, los que se han creído y hecho suyo el mensaje del Papa Francisco de que ‘somos el ahora de Dios’ y que no hay que esperar más”.
“El amor por Cristo, el amor que tú sientes en tu vida, es porque viene dado por Él. Y cuando te enciende internamente es un fuego que no puede dejar de arder, te arde tanto que tienes que contarlo a los demás”, puntualizó Parra.
La directora de la Pastoral UC invitó a que todos sean personas valientes, y que unidos sean capaces de llegar a un solo punto común, que es hacer de Chile un país más solidario, más humano y santo.
“Lo que queremos hacer es que cada persona de la universidad se encuentre con Cristo. Y los verdaderos protagonistas de la Pastoral son los jóvenes que participan en los proyectos, los que se han creído y hecho suyo el mensaje del Papa Francisco de que ‘somos el ahora de Dios’ y que no hay que esperar más”, Ángela Parra.
Escuchar a Dios
En la instancia, los asistentes pudieron escuchar una charla REC (Razón en Cristo) especialmente preparada para la ocasión. Juan Echaurren, seminarista jesuita y ex alumno de la UC, compartió su testimonio de camino al sacerdocio y escuchar la voz de Dios.
El joven invitó a los oyentes a imaginar sus vidas como un telar en el cual un artesano va haciendo un diseño. Comparó ese telar con sus propias vidas, en las cuales con cada decisión se va haciendo un tejido y Dios es quien va diseñando:
Mi nombre es Juan y soy jesuita. Hoy les contaré cómo se fue tejiendo ese telar. Mi yo actual es fruto de una serie de elecciones que fui tomando en mi vida. Tenía cierta necesidad de poder elegir bien, estaba un poco angustiado. Le pregunté a un amigo cómo se elige bien y él me indicó que yo tenía muchas preguntas ante las cuales tenía que detenerme para poder dar una respuesta. Entonces me fui a Puerto Williams a hacer el trekking más austral del mundo y me fui dando cuenta de que lo que yo estaba buscando no se encontraba en el modo de vida que yo estaba teniendo.
Relató que tuvo un largo tiempo para pensar y para ir recordando los momentos importantes de su historia, incluso aquellos que quisiera olvidar.
“Ver todo esto a la luz de mi historia podía ser confuso, pero al mirarlo como un telar se ve ordenado. El telar es mi historia. ¿Quién es el tejedor? ¿Quién es el artesano? Es Dios, Él es quien me ha permitido ir reconociendo los momentos que más me costaron y es Él quien me permite ir resignificándolos para verlos a la luz suya”, contó.
El seminarista invitó a los escolares a poner atención a las decisiones que han ido tomando en sus vidas, pues ellas han ido formando su propio tejido:
Me faltaba ver mi corazón. Dios va haciendo de todas mis decisiones un diseño. Las decisiones tomadas ya han ido tejiendo su telar. Nos tenemos que dejar transformar por Dios, nos hace falta escuchar más a Dios. Muchas veces ustedes intentan llenar su vida con elecciones y su corazón sigue vacío, por eso los invito a escuchar a Dios porque Él está dispuesto a llenarlo.
Para finalizar, Echaurren indicó que “a veces es necesario parar para poder reflexionar y elegir bien. Cuando venimos a esta actividad estamos buscando, precisamente, poder parar para elegir lo que vamos a hacer mañana y también lo que estamos haciendo hoy”.
Los estudiantes le preguntaron acerca de cómo descubrió su vocación, cómo escuchar a Dios diariamente y cómo detenerse a tomar decisiones. Eso generó una instancia de diálogo en la que se pudo conocer el camino de vocación del seminarista.
“Ojalá que este encuentro de hoy, esta Eucaristía, nos ayude a grabar a fuego en el corazón que vale la pena seguir a Cristo; en las buenas y en las malas. (…) Es eso lo que queremos compartir con los demás”, padre Jorge Merino.
Vale la pena seguir a Cristo
Para finalizar el evento, los presentes fueron invitados a participar en una Misa de agradecimiento en la Iglesia del Sagrado Corazón del campus San Joaquín, que fue presidida por el Capellán Mayor de la UC, el Pbro. Jorge Merino.
En su prédica, el sacerdote expresó que tal como San Pedro le dice a Jesús, “tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo”, cada uno de los presentes también podría decírselo, pues, de alguna manera, se han atrevido a ir contracorriente y transmitir el mensaje evangelizador:
Jesús nos dice, al igual que le dijo a Pedro, en esta vida te daré el ciento por uno. Es decir, Jesús nos dice, para lo que ustedes hacen, Dios tiene una recompensa en esta vida. Y creo que es lo que todos experimentamos. Cada vez que anunciamos a Cristo, cada vez que organizamos un conversatorio, una misión, una salida, una actividad solidaria, tenemos esa alegría en el corazón que sólo Jesús nos puede dar.
Asimismo, el sacerdote recordó un video del Papa San Juan Pablo II cuando ya era muy anciano, en un encuentro con jóvenes. En ese video el Pontífice les decía, que cuando miraba para atrás en su vida se daba cuenta de que había valido la pena haber seguido a Cristo. “Yo creo que cada uno de nosotros, junto con decirle a Jesús, tú sabes que lo hemos dejado todo, podríamos decirle a Jesús, también, ‘sabes que vale la pena seguirte’”, enfatizó el presbítero.
“A veces es difícil anunciar el Evangelio, a veces nos cuesta ser cristianos. Aquí adentro no, porque somos todos católicos y todos estamos en Misa, pero cuando salimos de esas puertas, ahí viene lo bueno. Es ahí donde el Señor nos pide realmente ser testimonio y dar testimonio de Él. Y eso a veces es difícil”, indicó el sacerdote.
“Ojalá que este encuentro de hoy, esta Eucaristía, nos ayude a grabar a fuego en el corazón que vale la pena seguir a Cristo; en las buenas y en las malas. Y que ese seguir a Cristo es una alegría tremenda en nuestro corazón. Es eso lo que queremos compartir con los demás” concluyó el padre Jorge Merino.
Un desafío diario
Varios estudiantes participantes de Somos Iglesia se mostraron alegres y agradecidos de haber vivido esta jornada de conversación y reflexión.
Jacinta Riesco, estudiante del Colegio Los Andes, sostuvo que:
este es mi segundo año viniendo a este evento y me ha gustado mucho. Me encanta la parte de las actividades y poder pensar en cómo yo puedo aportar. Un desafío que me llevo a la casa es cómo puedo mostrar a Cristo a los otros, a través de mí. Me motivaron mucho las misiones de Siembra UC, así que yo creo que voy a ir en el verano.
Por su parte, Emilia Guajardo, del Colegio Sagrado Corazón de Jesús de Quinta de Tilcoco, manifestó que
la verdad me dejó muchas propuestas para mi día a día [el evento]. Aprendí muchas cosas nuevas, conocí a personas muy lindas y siento que la experiencia es súper positiva. Me llevo como desafío el invitar a la gente, a mis compañeros, a que se sumen y queden en las actividades de la pastoral, porque en el colegio son muy pocos. Me gustaría que más personas puedan compartir y sumarse a la alegría de ser católicos.
El estudiante del Liceo Monseñor Luis Arturo Pérez, Mariano Gutiérrez, reveló que me pareció una actividad muy bonita, porque aparte de encontrarme con otros colegios y poder socializar, fue algo que me acercó aún más a Dios; lo necesitaba. Me voy con el desafío de hacer el bien y compartir lo aprendido y vivido en esta instancia. Creo que este tipo de actividades sirven mucho para parar, conocerse, sentirse bien con uno y también con los demás.
Somos Iglesia es una actividad que se realiza todos los años en la Pontificia Universidad Católica de Chile y que busca orientar a los estudiantes secundarios del país para que puedan acercarse a Dios y de paso encontrar su verdadera vocación. Una iniciativa que busca mostrar y destacar que la Iglesia somos todos, y que juntos debemos ir en búsqueda de los demás, trabajando para generar sinergias en la acción evangelizadora, que permitirán salir al encuentro y estar al servicio de la sociedad.