“Con profundo dolor recibimos las noticias sobre el impacto del terremoto que ha sacudido al pueblo haitiano, reviviendo la pesadilla y el sufrimiento del seísmo de 2010 y sumándose a la prolongada y compleja crisis social, económica y política que padece el país caribeño”, señala el Comunicado. ACN ya comenzó la campaña de apoyo.
En un comunicado el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos (CLAR), el Secretariado Latinoamericano y Caribeño de Cáritas (SELACC), la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC) y la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas (CLAMOR), “con profundo dolor se unen para acompañar y apoyar a Haití en esta hora de incertidumbre y dolor”.
La Iglesia latinoamericana y caribeña acompaña y está cercana y solidaria con el pueblo haitiano y con la Iglesia que peregrina en el país, se lee en la nota, sobre todo ante “las posibles pérdidas humanas y los daños materiales ocasionados por la tragedia. En particular manifestamos nuestro afecto y comunión con el Pueblo de Dios a través de nuestros hermanos obispos, religiosas y religiosos, sacerdotes, laicos y laicas, que como Iglesia samaritana y en salida misionera son testigos de la misericordia de Dios, especialmente entre los más necesitados y vulnerables”, se lee en el texto.
La Iglesia del continente, está cercana al pueblo haitiano en “esta hora de incertidumbre y aflicción”, y recuerdan en la nota, la carta encíclica Fratelli tutti de Francisco: “en estos momentos donde todo parece diluirse y perder consistencia, nos hace bien apelar a la solidez que surge de sabernos responsables de la fragilidad de los demás buscando un destino común”. En este sentido, bien sabemos que “la solidaridad se expresa concretamente en el servicio, que puede asumir formas muy diversas de hacerse cargo de los demás” (FT 115).
Acciones pastorales conjuntas por Haití
En la nota, los obispos y religiosos han expresado su solidaria concreta con Haití, uniendo sus esfuerzos “para acompañarles y ayudarles”: “Haciendo nuestra su situación en este momento de emergencia, con el propósito de desarrollar acciones pastorales conjuntas encaminadas a la reconstrucción del tejido social, a la puesta en marcha de acciones humanitarias para el cuidado de la vida, y a apoyar la misión evangelizadora de la Iglesia haitiana”.
La Iglesia latinoamericana hace un llamamiento a las naciones del continente y a otras instituciones y organismos a nivel mundial, para que se sumen a esta causa por Haití. Hacen el llamado a la comunidad internacional recordando la carta encíclica Fratelli tutti: “la verdadera calidad de los distintos países del mundo se mide por esta capacidad de pensar no solo como país, sino también como familia humana, y esto se prueba especialmente en las épocas críticas” (FT 141).
Finalmente, invocando la intercesión de la Virgen de Guadalupe, Patrona del continente americano, los firmantes del mensaje piden al Señor que sostenga a la isla haitiana "en la fe, la esperanza y la caridad". "¡Estamos con vosotros, todos somos Haití!", concluye la nota conjunta.
Espacio de oración
La CLAR en su congreso, que se está llevando a cabo desde Colombia, se ha solidarizado con los hermanos haitianos y con la Iglesia en este país sobre todo cuando los primeros reportes de las autoridades apuntan a un "gran número de damnificados, víctimas fatales y grandes daños". La CLAR dedicó el espacio de oración y un minuto de silencio por quienes han perdido la vida.
“Nuestras hermanas de las Dominicas de la Presentación ayer estaban conectadas a nuestro congreso, hoy deben estar acompañando a muchos hermanos sufrientes en este país”, ha dicho Daniela Cannavina, secretaria general de la CLAR.
Además han extendido su solidaridad a todo el Caribe que han sido afectados: República Dominicana, Cuba, Puerto Rico y Antillas.
Haití sacudido una vez más
Según el reporte del servicio geológico el seísmo de mayor magnitud fue de 7,2 en la escala de Richter y se registró en aguas cercanas a Haití con epicentro a unos 12 kilómetros al noreste de Saint-Louis du Sud. También hay una alarma de Tsunami. Luego hubo una réplica de 6,6 grados.
Además de seguir pagando el precio del devastador terremoto que asoló el territorio en 2010, la vida del pueblo haitiano está marcada desde hace tiempo por la violencia, la impunidad, la corrupción policial y la pobreza extrema. Un yugo muy pesado al que se ha sumado recientemente la pandemia de Covid-19, con más de 20.000 casos de infección y más de 570 muertes hasta la fecha, así como el asesinato del presidente Jovenel Moïse, ocurrido en la noche del 6 al 7 de julio por un grupo de hombres armados que irrumpieron en su casa. Expresando, por tanto, "el afecto y la comunión con el pueblo de Dios haitiano", la Iglesia latinoamericana destaca, en particular, el compromiso de los misioneros sobre el terreno en favor de los "más necesitados y vulnerables" que "viven una dura realidad en esta hora de incertidumbre y aflicción".
Apoyo desde Ayuda a la Iglesia que Sufre
ACN, unida en oraciones por Haití, aprobó una ayuda de emergencia de medio millón de euros (aprox. 458 millones de pesos) para la población haitiana: el terremoto ya ha cobrado más de 1300 vidas y ha dejado al menos 5.700 heridos, según datos provisionales de Protección Civil de Haití dados en la madrugada del lunes (16.08).
“Nos han llegado mensajes desgarradores. El país sufre conflictos políticos desde 2019 y hace apenas un mes, a principios de julio, el presidente de la República, Jovenel Moïse, fue asesinado. En medio de la ola de violencia y secuestros que está arrasando el país, sumándose a las noticias que nos llegan sobre la falta de lluvia y agua que ha sumergido a la población rural en la pobreza; después de todo esto, el terremoto del sábado deja a miles de familias en una situación terrible como ninguna otra. El escenario es insostenible. La población está en shock”, declaró el presidente internacional de ACN, Thomas Heine-Geldern.
ACN está en comunicación con representantes de la Iglesia local de las diócesis más dañadas por el sismo, cuyo epicentro fue a 160 kilómetros de la capital, para perfilar los proyectos de ayuda más necesarios en estos momentos, que serán determinados en los próximos días. “El terremoto dañó sobre todo el sur del país”, explica Heine-Geldern. “Especialmente las diócesis de Les Cayes, de Anse-á-Veau y la de Jeremie. La única vía de acceso a Jeremie está aislada, por eso tenemos menos información de esta parte de la isla, pero sabemos que también está muy afectada”, indica Heine-Geldern.
“Por otra parte, nos alivia que nuestros socios de proyectos hayan desmentido algunas noticias, como la de algunos medios que informaron que el cardenal Chibly Langlois, obispo de Les Cayes, habría sido gravemente herido quedando bajo los escombros. El obispado de Les Cayes ha quedado totalmente destruido, pero el cardenal pudo escapar a tiempo”, constató Heine-Geldern.
“Conocemos el gran esfuerzo de la Iglesia por dar esperanza a la gente en una situación de desesperación, después de tantas catástrofes naturales, en medio de la violencia y la pobreza extrema. En estos momentos difíciles, no podemos dejar abandonada a esa Iglesia que lucha por su gente. Además, las noticias sobre el huracán que se acerca a la costa nos llenan de consternación. Pido oraciones por el país, pidamos por todos aquellos que han perdido a seres queridos, por los heridos y por los que se ven privados de todo. Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona y protectora de Haití, les dé amparo y consuelo”, pide Heine-Geldern.
Para ayuda a Haití se pueden hacer donaciones online (https://www.acn-chile.org/donacion/) o transferencias a la cta. cte. 11175-9 del Banco Santander, a nombre de Ayuda a la Iglesia que Sufre, RUT 73.537.400-1, email: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo., asunto: Haití.
Fuente: Vatican News y ACN Chile