Durante su pontificado, Francisco ha mencionado repetidamente que la sinodalidad es un camino principal en la vida de la Iglesia. Los procesos sinodales apuntan a desarrollar la comunión, esencia eclesial, aportando al diálogo profundo y a la escucha del Pueblo de Dios.
El término sinodalidad indica "el modus vivendi et operandi específico de la Iglesia del Pueblo de Dios que manifiesta y concretamente se da cuenta de que es una comunión en el que se camina juntos, se reúne en la asamblea y todos sus miembros participan activamente en su misión evangelizadora" (Comisión Teológica Internacional, 2018).
El pasado 9 y 10 de octubre, en Roma, se abrió el proceso sinodal en camino para la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que tendrá lugar en octubre de 2023. La primera etapa concerniente a cada una de las iglesias diocesanas.
Convocatoria
La XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos estaba prevista para el mes de octubre del 2022, sin embargo, se celebrará en octubre 2023. Esta se vio aplazada por varias razones, entre las que se encuentran la pandemia, la exigencia de aplicar con mayor tiempo la normativa prevista en la constitución apostólica Episcopalis communio y el deseo de contar con una fase de participación y escucha del Pueblo de Dios más profunda.
Es por ello que el pasado 24 de abril el Papa Francisco aprobó un nuevo itinerario sinodal para la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos con el tema: "Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión". El recorrido para la celebración del Sínodo se articula en tres fases, entre octubre del 2021 y octubre del 2023, pasando por una fase diocesana y otra continental, que darán vida a dos Instrumentum Laboris distintos, antes de la fase definitiva a nivel de Iglesia Universal.
El tema central del Sínodo
Al convocar este Sínodo, el Papa Francisco invita a toda la Iglesia a interrogarse sobre un tema decisivo para su vida y su misión:
Precisamente el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio. Este itinerario, que se sitúa en la línea del aggiornamento de la Iglesia propuesto por el Concilio Vaticano II, es un don y una tarea: caminando juntos, y juntos reflexionando sobre el camino recorrido, la Iglesia podrá aprender, a partir de lo que irá experimentando, cuáles son los procesos que pueden ayudarla a vivir la comunión, a realizar la participación y a abrirse a la misión. Nuestro “caminar juntos”, en efecto, es lo que mejor realiza y manifiesta la naturaleza de la Iglesia como Pueblo de Dios peregrino y misionero. El Papa Francisco invita a toda la Iglesia a reflexionar sobre un tema decisivo para su vida y su misión (Documento Preparatorio, 1,2 ).
El camino sinodal se desarrolla dentro de un contexto histórico caracterizado por cambios “epocales” de la sociedad y por una etapa crucial de la vida de la Iglesia, que no es posible ignorar: es en los pliegues de este contexto complejo, en sus tensiones y contradicciones, donde estamos llamados a “escrutar a fondo los signos de los tiempos e interpretarlos a la luz del Evangelio” (GS, n. 4). Se señalan aquí algunos elementos del escenario global más estrechamente vinculados con el tema del Sínodo, pero el cuadro deberá enriquecerse y completarse a nivel local (DP, 4).
Documento preparatorio y Vademécum
El paso que abrió el camino sinodal fue la presentación, por parte de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, del texto base y el Vademécum para orientar el camino.
Los documentos quieren ayudar a reflexionar sobre cómo hacer realidad hoy ese caminar juntos dentro de una Iglesia sinodal, cómo anunciar el Evangelio y crecer en ese espíritu sinodal. Eso se consigue dando algunos pasos concretos, que son recogidos en los documentos presentados: vivir “un proceso eclesial participativo e inclusivo”; “reconocer y apreciar la riqueza y variedad de dones y carismas” y “examinar cómo se viven la responsabilidad y el poder en la Iglesia, y las estructuras a través de las cuales se gestionan”, sacando a la luz “prejuicios y prácticas distorsionadas que no están enraizadas en el Evangelio”.
Lo que se quiere con el vademécum es animar la primera fase de escucha y consulta del Pueblo de Dios en las Iglesias particulares. Las actitudes fundamentales serán escuchar “sin prejuicios”, hablar “con valor y parresía”, dialogar con todos, dentro y fuera de la Iglesia. El manual contiene orientaciones, citas bíblicas, guiones litúrgicos, oraciones online y explicación de términos que forman parte del lenguaje sinodal.
Documento Preparatorio, con las líneas generales en que se presente la finalidad y objetivos del Sínodo Universal 2023. Leer aquí.
Vademécum, o breve diccionario de conceptos esenciales para el proceso y de itinerarios que conviene seguir en el camino sinodal. Leer aquí.
La convocatoria diocesana, con la metodología básica para la escucha en el ámbito diocesano. En este documento se señalan los elementos básicos del método para la Fase Diocesana del Sínodo. Leer aquí.
Apertura del proceso sinodal
El Papa Francisco abrió oficialmente el Sínodo sobre la Sinodalidad en la ciudad del Vaticano el pasado 9 de octubre, con la celebración de la Eucaristía en la Basílica de San Pedro. La Santa Misa estuvo precedida por un Momento de Reflexión.
Santa Misa de Apertura
“Una persona, un hombre rico, corrió hacia Jesús mientras Él ‘iba de camino’”. Con este pasaje del Evangelio según Marcos, 10,17, el Pontífice inició su homilía durante la Misa de apertura del Sínodo de los Obispos 2023 en la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Pero, ¿por qué este pasaje? El Papa Francisco ha explicado que muchas veces los Evangelios nos presentan a Jesús “en camino”, acompañando al hombre en su marcha y escuchando las preguntas que pueblan e inquietan su corazón y ha asegurado que “hacer sínodo” significa: “caminar juntos en la misma dirección”. Es por ello que ha invitado a los obispos, las religiosas, los religiosos, las hermanas y hermanos laicos y todos los bautizados a practicar 3 verbos que considera necesarios para que se pueda cumplir ese “caminar juntos” y que son: “Encontrar, escuchar, discernir”, porque – tal y como ha explicado – Jesús “en primer lugar encontró en el camino al hombre rico, después escuchó sus preguntas y finalmente lo ayudó a discernir qué tenía que hacer para heredar la vida eterna”.
Momento de Reflexión:
La Santa Misa de apertura estuvo precedida por un Momento de Reflexión, en la que participó el Santo Padre junto a los Delegados Episcopales en el Aula Nueva del Sínodo.
“Estoy seguro de que el Espíritu nos guiará y nos dará la gracia para seguir adelante juntos, para escucharnos recíprocamente y para comenzar un discernimiento de nuestro tiempo, siendo solidarios con las fatigas y los deseos de la humanidad”, con estas palabras el Papa Francisco inició su mensaje a los participantes en el Momento de Reflexión previo a la apertura oficial del Sínodo.
Después de haber escuchado al Papa y los seis testimonios de diferentes continentes en la primera parte del Encuentro, en la Asamblea general, los Representantes de las Iglesias locales junto a los miembros de la Secretaria del Sínodo y a las Cuatro Comisiones del Sínodo, se dividieron en 15 grupos lingüísticos para iniciar este proceso de escucha y discernimiento comunitario teniendo presente, sobre todo, los desafíos y esperanzas de este itinerario sinodal.
Durante los siguientes días, 11 y 12 octubre, los Delegados de las Conferencias Episcopales mantuvieron diferentes encuentros con los miembros de la Secretaría del Sínodo y de las diferentes Comisiones para implementar los procedimientos a seguir en las Iglesias locales.
Material de la Conferencia Episcopal de Chile
La apertura del Sínodo vivida en Roma se replicará el 17 de octubre en todas las diócesis del mundo. Ya desde el año 2018 la Iglesia de Chile ha estado viviendo un proceso de escucha y renovación, motivados muchas veces por momentos dolorosos. Este camino de escucha se ha visto animado por la Asamblea Eclesial Latinoamericana, que movilizó a muchas comunidades. Este nuevo momento de sinodalidad será una oportunidad para profundizar y revisar lo vivido, o para sumarse por parte de quienes no han podido participar antes.
Para animar la participación en este tiempo y para la apertura diocesana del sínodo, la Conferencia Episcopal de Chile ha puesto a disposición una serie de materiales que pueden descargarse aquí.