En muchos lugares del mundo, los cristianos son perseguidos y acosados más que cualquier otra religión: sacerdotes son asesinados, los fieles son secuestrados, las iglesias son profanadas y comunidades enteras son obligadas a huir.

La última edición del informe “¿Perseguidos y olvidados?” de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) examina la situación en 24 países, donde se han encontrado pruebas de graves violaciones a la libertad religiosa.

Foto de portada: “En Arabia Saudita y otros lugares, hay una falta de voluntad política de mantener los compromisos constitucionales en materia de libertad religiosa”. 

El Padre Abayomi había terminado la misa cuando oyó un fuerte ruido y vio a las personas correr desesperadas por toda la iglesia: 

Mientras las balas surcaban el aire, yo solo pensaba en cómo salvar a mis feligreses… los niños me rodeaban y los adultos se aferraban a mí. Mientras, yo los protegía como una gallina protege a sus polluelos. Cuando supimos que los atacantes se habían ido, abandonamos la sacristía. Había cadáveres esparcidos por la iglesia y muchos heridos. Mi espíritu estaba profundamente turbado. Con la ayuda de los feligreses que sabían conducir, llevamos inmediatamente a nuestros hermanos y hermanas heridos al hospital. Desde entonces, he estado visitando a los heridos, rezando con ellos, administrándoles el sacramento de los enfermos y animándolos a mantener viva la esperanza.

El ataque contra la parroquia San Francisco Javier en Owo, Nigeria, ocurrido el 5 de junio de este año, dejó al menos cuarenta muertos y decenas de heridos graves. Se perpetró para la fiesta de Pentecostés, con el fin de causar el mayor daño posible, debido a la cantidad de fieles que se agolpaban dentro del templo. “El mundo guarda silencio mientras los ataques a las iglesias, a sus representantes y a sus instituciones se han convertido en una rutina. ¿Cuántos cadáveres más se requieren para que el mundo preste atención?”, señaló el obispo de la diócesis donde ocurrió el ataque, Mons. Jude Arogundade.  

“El mundo ha dado la espalda a Nigeria. Allí se produce un genocidio, pero a nadie le importa. El personal de seguridad y la policía no acudieron a nuestro rescate, a pesar de que el ataque duró al menos veinte minutos”, lamenta el Padre Abayomi en el prólogo de ¿Perseguidos y olvidados? Un informe sobre los cristianos oprimidos por su fe 2020-22. 

Este estudio, realizado por la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), destaca las graves amenazas que afrontan los cristianos, no solo en Nigeria. En gran parte de África, los cristianos son asesinados, sus iglesias son atacadas y sus pueblos, arrasados. En Pakistán, se les detiene injustamente bajo falsos cargos de blasfemia. En Corea del Norte, los fieles viven reprimidos por un gobierno totalitario que vigila todos sus movimientos. Y, como muestra este informe, la lista de abusos no termina ahí.

John Pontifex, uno de los autores del informe, dijo: “¿Perseguidos y olvidados? ofrece testimonios de primera mano y estudios de caso que demuestran que en muchos países los cristianos están sufriendo persecución. Hagamos todo lo posible para demostrar que ellos no son olvidados”.

“A pesar de que los gobiernos empiezan a reconocer la importancia de la libertad de religión y de creencias, los datos de esta edición de ¿Perseguidos y olvidados? muestran que todavía hay un largo camino por recorrer para garantizar la protección de este derecho para los cristianos y otras minorías en todo el mundo”.

La voz de los sin voz

“Dios mío, es duro estar encadenada y recibir golpes, pero vivo este momento tal y como Tú me lo presentas”. Estas fueron las palabras de la religiosa Gloria Cecilia Narváez a ACN en enero de 2022, tres meses después de ser liberada en Mali, África. Esta franciscana estuvo retenida por militantes islamistas durante cuatro años y medio, durante los cuales fue torturada física y psicológicamente en repetidas ocasiones. Su estremecedor relato pone de manifiesto el sufrimiento infligido a personas cuyo único delito es su fe cristiana.

¿Perseguidos y olvidados? ofrece testimonios de primera mano y análisis por países y regiones, sobre el alcance de la persecución de los cristianos en todo el mundo. 

En África, los fieles de todo el continente se enfrentan a la amenaza del creciente extremismo islamista. Grupos como el nigeriano Boko Haram y la Provincia de África Occidental del Estado Islámico (ISWAP) siguen intentando establecer califatos en la región del Sahel. En Mozambique, Al Shabab intensificó su campaña de terror asesinando a cristianos e incendiando iglesias. Dicho grupo está afiliado al ISIS.

El yihadismo es una de las razones por las que Nigeria está a punto de convertirse en un Estado fallido; allí los secuestros, los asesinatos de sacerdotes y los ataques mortales contra iglesias son cada vez más habituales. Informes calculan hasta 7.600 cristianos nigerianos asesinados entre enero de 2021 y junio de 2022, siendo el yihadismo un factor clave en muchas de las muertes. En mayo de 2022, se difundió un video que mostraba la ejecución de 20 cristianos nigerianos por parte del grupo terrorista islamista Boko Haram/ISWAP. 

Pero los grupos extremistas no son el único problema en el continente. También las intervenciones estatales han afectado negativamente a los cristianos de África. En Sudán, tras la destitución del presidente Omar Al Bashir, en abril de 2019, se puso fin a un período de creciente islamismo. Los cristianos tenían esperanza, pero los primeros indicios no han sido alentadores, pues se ha detenido a líderes eclesiales y, el pasado 24 de junio, otros cuatro hombres fueron apresados por apostasía, aunque posteriormente fueron puestos en libertad. Según se ha sabido, fueron sometidos a un trato degradante e inhumano.

Lejos de ahí, en Medio Oriente, peligra la supervivencia de algunas de las comunidades cristianas más antiguas del mundo. Este declive es más marcado en Siria donde, en una década, el número de cristianos se ha desplomado de 1,5 millones (un 10% de la población) en 2011 –antes de que comenzara la guerra– a unos 300.000 (menos del 2% de la población). 

En el Líbano, tras las explosiones del 4 de agosto de 2020 en Beirut, cuyo principal afectado fue el barrio cristiano, los líderes de la Iglesia manifestaron su preocupación por la supervivencia de la comunidad cristiana a largo plazo. En tanto en Irak, los cristianos han pasado de unos 300.000 antes de la invasión del ISIS en 2014, a unos 150.000 en 2022. 

La comunidad cristiana de Medio Oriente es consciente de la amenaza subyacente de los grupos yihadistas. Más de cinco años después de la derrota militar del ISIS, el peligro de un resurgimiento a gran escala no ha desaparecido. 

Esta amenaza existencial se extiende también a partes de Palestina. En 75 años, los cristianos de Cisjordania han disminuido del 18% a menos del 1% en la actualidad. Una vez más, tropas militantes suponen una preocupación importante, pues grupos como Hamás son un factor que impulsa la emigración. 

En Arabia Saudita y otros lugares, hay una falta de voluntad política de mantener los compromisos constitucionales en materia de libertad religiosa. La adhesión a la ley de la sharía se impone a las exigencias legales de garantizar derechos para todos. En estos lugares, los cristianos son una minoría silenciosa e invisible, y se vislumbran pocos indicios de cambio en el horizonte. 

En Asia, el autoritarismo estatal ha causado una creciente opresión contra los cristianos en Birmania, China, Vietnam y otros lugares. El caso más extremo es el de Corea del Norte, donde la libertad de religión y de conciencia está siendo estrangulada.

El nacionalismo religioso también ha desempeñado un papel importante en la represión del cristianismo y otros grupos religiosos minoritarios. Afganistán es el peor país en este sentido, ya que los talibanes imponen a la sociedad una interpretación estricta de la sharía. El regreso al poder de este grupo provocó la huida en masa de los cristianos de ese país. En India y Sri Lanka, el nacionalismo religioso no está tan generalizado, pero da lugar a continuos ataques contra los cristianos y otras minorías. En India se produjeron 710 incidentes de violencia anticristiana entre enero del 2021 y comienzos de junio de 2022, impulsados en gran parte por el extremismo político. Durante un mitin masivo en Chhattisgarh en octubre del 2021, miembros del partido gobernante Bharatiya Janata (BJP por sus siglas en inglés) aplaudieron mientras el líder religioso hindú de derecha Swami Parmatmanand pedía que se matara a los cristianos.  

Este fenómeno también se produce en Pakistán, donde los cristianos y los miembros de confesiones no musulmanas, se encuentran en una situación de vulnerabilidad dentro de la sociedad y corren un mayor riesgo de ser víctimas de acoso, arrestos y violencia, y esto, en algunas partes del país, incluye con frecuencia secuestros y violaciones. 

A pesar de que los gobiernos empiezan a reconocer la importancia de la libertad de religión y de creencias, los datos de esta edición de ¿Perseguidos y olvidados? muestran que todavía hay un largo camino por recorrer para garantizar la protección de este derecho para los cristianos y otras minorías en todo el mundo. 

Muchas veces los esfuerzos de la comunidad internacional por ayudar son pequeños o llegan muy tarde. La situación es ignorada. Terminemos con ese silencio. “La Iglesia que sufre necesita que alguien eleve la voz por nosotros”, dice el Padre Abayami desde Nigeria. “Si no –agrega– seguiremos siendo perseguidos y olvidados”. 


PRINCIPALES CONCLUSIONES

  • En África, la situación de los cristianos empeoró en todos los países estudiados, evidenciándose un drástico aumento de la violencia genocida por parte de agentes militantes no estatales, incluidos los yihadistas.
  • En Medio Oriente, la continua migración agravó la crisis que amenaza la supervivencia de tres de las comunidades cristianas más antiguas e importantes del mundo: las de Irak, Siria y Palestina.
  • En Asia, el autoritarismo estatal es el factor decisivo que ha agravado la opresión contra los cristianos en Birmania (Myanmar), China, Vietnam y otros países. En el peor de los casos, la libertad de religión y de conciencia acaba estrangulada, como en Corea del Norte.

En otros lugares de Asia, el nacionalismo religioso ha provocado una creciente persecución contra los cristianos de Afganistán, India, Pakistán y otros lugares.


FICHA TÉCNICA

El período analizado para esta edición de ¿Perseguidos y olvidados? abarca desde octubre de 2020 a septiembre de 2022. 

El informe, realizado por la oficina de ACN en Reino Unido, fue dado a conocer el pasado miércoles 16 de noviembre. Incluye información de ACN y de otras fuentes, ofrece testimonios de primera mano, recopilaciones de incidentes, casos de estudio y análisis sobre el alcance de la persecución de los cristianos en varios países.

Se examina la situación en 24 países donde las violaciones de la libertad religiosa de los cristianos son especialmente preocupantes: Siria, Irak, Irán, Palestina, Turquía, Afganistán, Pakistán, Burma (Myanmar), Rusia, Corea del Norte, China, Vietnam, India, Sri Lanka, Maldivas, Qatar, Arabia Saudita, Mozambique, Etiopía, Eritrea, Nigeria, Sudán, Mali y Egipto.

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