Historia de la fundación del monasterio de la Sma. Trinidad de Las Condes
Autor: Mauro Matthei O.S.B.
Ediciones FCF. Santiago, 2017, 123 págs.
El historiador benedictino tiene la misión de señalar cómo Dios interviene en la vida humana y cómo la conduce a su plena realización.
El libro Benedictus montes amabat, del padre Mauro Matthei O.S.B., describe la fundación del Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes, las personas que intervinieron en ella y la acción de la providencia divina.
La historia desarrolla, en contrapunto, dos secuencias argumentales: el nacimiento del monasterio de Las Condes, por una parte, y, por la otra, los avatares de la vida de su fundador, el célebre pintor chileno Pedro Subercaseaux Errázuriz, artista y más tarde monje benedictino.
La secuencia que inicia la fundación del monasterio podría sintetizarse como el Fiat [hágase] —el mismo de la Virgen María— de una familia chilena dispuesta a seguir la voluntad de Dios. Se trata de la familia Subercaseaux Errázuriz. De entre sus figuras más notables, el historiador fija su atención en la madre del fundador, Amalia Errázuriz y en su hermano, Juan Subercaseaux, futuro obispo de Linares y arzobispo de La Serena.
De las relevantes virtudes de la madre del fundador, destaca el padre Mauro la magnanimidad, que siempre la dispuso a las cosas grandes y hermosas. Ella sería la principal impulsora de la fundación. Tomando la voz de nuestra gran Gabriela Mistral, describe a doña Amalia como
uno de esos puntos de la red nacional que no se tocan sin conmover a todos…. Que llenó sus años en educar varios hijos -sobrenaturalmente educarlos-… Que dio a nuestro catolicismo un sentido social, llevándolo a la asistencia material de los más desposeídos… Que ella entendía el influir en una colectividad como una fuerte exigencia de cultura y de virtudes, como un manifestar esa cultura en una muchedumbre de acciones generosas, pero además finas…
La narración de la vida del padre Pedro Subercaseaux prosigue un orden crono-lógico. Su infancia, su juventud, sus estudios de arte y su éxito como artista a su regreso de Europa. Luego, su matrimonio con Elvira Lyon Otaegui y la profundización de ambos en la espiritualidad que culmina en la solicitud de dispensa papal y el posterior ingreso de ambos a la vida religiosa, él en el monasterio de Nuestra Señora de Quarr, en la isla de Wight en Inglaterra, y ella en el Instituto de Damas Catequistas en Loyola, España.
En este punto, el relato se entronca con el de la historia de la fundación. Aparecen nuevos actores a medida que el historiador benedictino va descubriendo al lector el enorme esfuerzo del padre Pedro por llevar adelante su obra fundacional, alumbrado a veces solo por la luz de la fe, como escribe en una carta a su hermano Juan: “Me parece ver muy claro que esta empresa es obra de Dios, empezada y dirigida por Él. Y por eso tengo la convicción de que no la abandonará si seguimos confiando en Él”.
Bajo el subtítulo El decenio solesmense (1938 – 1948) y luego El rescate de los monjes beuronenses a la fundación chilena, el padre Mauro Matthei prosigue su apasionante narración, con los benedictinos franceses ya en tierra chilena, y la posterior llegada de los monjes alemanes.
Finalmente, al término del libro, el autor entrega una mirada a la actual comunidad benedictina de Las Condes.
El libro es de digno formato, acorde a la blanca y sobria impronta del monasterio benedictino de Las Condes. El financiamiento ha sido posible con la generosidad y apoyo de la Fundación Charles de Foucauld, que lo comprendió en todo su valor: un instrumento para la evangelización de Chile. El tamaño de la tipografía permite una lectura fácil, y la acertada selección de fotografías ayuda a representarse un mundo tan atractivo, pero a veces tan poco conocido, como es el de la Orden Benedictina. Sin duda, los lectores gozarán su encuentro con esta obra.
En cuanto al autor, en la Introducción, el hermano Bernardo Álvarez O.S.B. coloca al padre Mauro Matthei en la tradición de “una estirpe de venerables monjes que han dedicado su vida a revelar cómo la gracia actúa de modo sapiencial en la vida humana”.
Esta biografía se inserta en la labor principal que, cuantitativamente, el padre Mauro ha realizado a lo largo de su vida: la escritura de biografías de monjes y monjas que nos muestran la realidad divina, y a trabajar en ella confesando, absolviendo, expulsando demonios, alentando y aconsejando.
Era necesario que se reunieran la sensibilidad espiritual del monje, la rigurosidad del historiador y el talento del escritor para narrar esta historia tan real, pero tan bella y providencial que a veces estamos tentados de confundirla con un relato novelesco. Por todo esto -sin querer ofender la humildad del monje, y dando testimonio de su fidelidad a la verdad-, hay que decir que el autor, sirviendo a la gloria de Dios, ha servido también, con su notable escrito, a las glorias de nuestras letras.
A la venta en el Monasterio Benedictino de Las Condes, Montecasino 960.