Autor: John W. O`Malley, SJ.
Editorial Sal Terrae, 244 págs. España, 2018.
El historiador jesuita John W. O’Malley nos acerca con este libro a la evolución histórica de las cuestiones más polémicas de la Iglesia, entregando una visión de conjunto sobre cada tema y su conexión con nuestra vida actual. El prólogo a esta edición en lengua española estuvo a cargo de Carlos Coupeau, SJ, y a continuación se presenta un extracto del mismo.
No le sobran palabras a este libro, que quiero presentar como historia interesante, entretenida, amena y para el gran público. Está concebido para lectores deseosos de informarse. Reúne una colección de lecturas breves e independientes, cuya coherencia interna debemos interpretar. Observamos que no van apoyadas en referencias textuales o notas a pie de página, sino en la autoridad del historiador. Tampoco las acompaña la típica bibliografía que ayude a profundizar en ellas. Son lecturas históricas de temas distintivamente “católicos” y presentes en la cultura multirreligiosa de los Estados Unidos y también en la nuestra: los papas —Benedicto XVI o Francisco en particular—, el celibato y la formación de los sacerdotes, el Concilio Vaticano, las excomuniones de mandatarios, etc.
Creo que el título original refleja esta actitud informativa para el contexto donde el libro se publicó en un principio (J.W. O’Malley, Catholic History for Today’s Church: How Our Past Illuminates Our Present, Rowman & Littlefield, Lanham 2015). El autor ha buscado enriquecer a lectores interesados, favorables (católicos), a quienes no debía convencer, pero convenía informar. También aquí, muchos católicos no suelen estar familiarizados con aquellos procesos por los cuales las cosas han llegado a ser como hoy las conocemos en la Iglesia. Simplemente, viven estos temas según se los sirven la radio, los periódicos y la televisión. Para hacer sentir la voz católica en un contexto más hostil entonces, nació en 1909 el semanario América (Nueva York). En este magazine aparecieron originalmente la mitad de estos ensayos. Uno de los críticos que leyeron el libro confesó que él, siendo protestante, había disfrutado no poco con la lectura. Este libro le resultaba una invitación a la conversación, atractiva, interesante, simpática.
Es verdad, O’Malley ofrece una historia que nos es familiar, pero la ofrece de un modo agudo, nuevo, refrescante. Es historia acerca de asuntos católicos para la gran audiencia. Se sigue y se entiende muy bien, aun si quien la lee no está familiarizado con toda la terminología. No es difícil convenir en que la contribución del conjunto es sólida. Ofrece argumentos que ponen de manifiesto los firmes fundamentos que garantizan la estabilidad de la Iglesia. Al final de la historia larga y cambiante que se adivina para cada tema aquí tratado, uno se abre a comprender la capacidad que la Iglesia ha demostrado para adaptarse a las culturas y para seguir avanzando en modos positivos. Regreso sobre este punto eclesial enseguida.
La relación entre las lecturas aquí seleccionadas queda resumida en las tres partes que las reúnen. Los títulos de estas secciones describen con precisión decreciente los contenidos de los capítulos que abrazan. El título de la primera parte parece el más adecuado: “El papado y los papas”. O’Malley es un reputado historiador de los papas (J. W. O’Malley, Historia de los papas: Desde Pedro hasta hoy. Sal Terrae, Santander 2012). Esta sección incluye artículos que de un modo más o menos directo tratan acerca de la “papalización”. El término ha ingresado en la historia de mano del autor. Con él se refiere a un proceso histórico de desarrollo ya milenario. Es el proceso que comienza en la Reforma Gregoriana. A partir de esta Reforma, una institución relativamente anónima e irrelevante para la cultura del mundo en el siglo X se fue transformando en el “papado”. Un milenio después, a finales del siglo XX y comienzos de siglo XX, los papados de Pío IX y Pío X destacan en la historia por su verticalidad y rigidez jurídica. Sin embargo, un siglo más tarde, con Juan Pablo II, Benedicto XVI o Francisco, el papado sigue cambiando. La describiríamos como una realidad decrecientemente jerarquizada, burocratizada, centralizada. Ya no se trata de aquella institución imponente, pero mucho menos se ha convertido en una realidad sencilla.