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- Marcos Respinto
El reportaje muestra que Juan Pablo II jamás quiso declarar cismática a la Iglesia china, nacida a partir de 1957 bajo la tutela de la Asociación Patriótica, creada por el régimen. El Pontífice optó por el contacto personal, ofreciéndoles el retorno a la plena comunión con Roma a quienes lo desearan; muchísimos eligieron este camino. El país se encuentra en una situación inédita en la historia de la Iglesia y distinta a la vivida en cualquier otro régimen socialcomunista.