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- Martín Echavarría
«Nos encontramos desde el siglo XVI y XVII, una psicología que ya no reflexiona más sobre la esencia del alma, sino que- como se ha llamado finalmente en el siglo XIX-, quiere ser una psicología sin alma; tampoco se interesa ya por las capacidades anímicas, sino solamente de la actividad de vida, de los datos que se pueden encontrar en la conciencia».
(Diagnóstico de Edith Stein para una «Psicología sin alma», en El castillo del alma)