La familia debe ser una comunidad en la que tanto el padre como la madre aceptan y viven su responsabilidad. Debe ser una comunidad solidaria con aquellos cuya comunidad familiar se ha roto o herido. De esta forma la familia cristiana podrá caminar por el sendero de la verdadera solidaridad.

El ideal de la fraternidad humana, de todos los hombres, sería inconcebible de no existir la experiencia de la fraternidad en el interior de la familia, o de no existir la experiencia misma de la familia. 

Los padres y las madres encuentran en la vida de la comunidad cristiana un ámbito educativo permanente. En la Iglesia, ciertamente, es posible vivir el hecho de ser hijos como una vigorosa experiencia de libertad y por tanto como camino seguro para llegar a ser padres y madres capaces de dar libertad a los hijos.

La problemática no se refiere a la institución matrimonial desde todo punto de vista; se relaciona, en primer lugar, con su definición en cuanto tal hasta ahora comúnmente compartida: unión legítima entre un hombre y una mujer con vistas a la procreación-educación de los hijos. La primera pregunta es, precisamente, la siguiente: ¿esta definición es fruto exclusivamente de la convención social y encuentra sólo en ella su propia justificación, o es la expresión de una exigencia natural, descubierta e interpretada por la razón?

Consideraciones a propósito de la nueva ley de matrimonio civil

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Académicos, estudiantes y agentes pastorales reflexionaron el pasado martes, 19 de noviembre, sobre la Dignidad Humana en el VII Congreso Social de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
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“Me complace recibirlos en esta casa de Pedro y de toda la Iglesia, en la feliz celebración de sus 25 años de servicio a unas personas cuyo sufrimiento es indescriptible”, dijo el Papa Francisco al saludar este 30 de octubre a los representantes del Proyecto Esperanza. Iniciativa que nació en 1999 en Chile –y que ya se extiende por 17 países– con el ánimo de acompañar a las mujeres y hombres que, por una u otra circunstancia, interrumpieron voluntariamente un embarazo y tiempo después, no hallaron el camino para sobrellevar el dolor, la culpa, el vacío.
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