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- Mauro Matthei O.S.B.
Juan Pablo II devolvió al último Concilio su normalidad católica al entenderlo y aplicarlo en una línea de crecimiento en continuidad (con los concilios anteriores), de progreso en coherencia histórica, de «remar mar adentro» sin olvido de la «orilla del lago». Se requerirán siglos para valorar la grandeza y la fecundidad de tal manera de encarar la misión de la Iglesia.